POLITICA
la estrategia para frenar los cortocircuitos

Operativo contención: el diálogo de Milei con Villarruel y Píparo para retomar la sintonía

El reparto de los lugares en el Gabinete generó roces con su vicepresidenta, que pretendía tener influencia sobre las carteras de Seguridad y Defensa, reservadas para Bullrich y Petri. El affair de Anses dejó a Píparo sin maniobra y deberá quedarse como diputada rasa en el bloque de LLA. Por qué quedaron afuera Ramiro Marra y Carlos Kikuchi, dos de los aliados libertarios de la primera hora. El rol de Karina Milei.

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Heridos. La vicepresidenta, la diputada nacional y el legislador porteño junto al mandatario. | LLA

Javier Milei y Guillermo Francos, el futuro ministro del Interior, activaron en la última semana un operativo contención para el pelotón de heridos libertarios, la mayoría de la primera hora, que quedó fuera del Gabinete. La intención fue recomponer relaciones y evitar cualquier tipo de tensión a horas de asumir la conducción de la Casa Rosada, con dos personas claves para el futuro del oficialismo en particular, que mantuvieron contactos con el presidente electo: Victoria Villarruel, su vicepresidenta, y Carolina Píparo, su excandidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires y diputada nacional.

Ni bien finalizó la elección que consagró a Milei como presidente, Villarruel empezó a diagramar tareas y analizar nombres para el Ministerio de Seguridad y Defensa, que incluyeron contactos con la cúpula militar.

Fuentes en LLA aseveran que esos movimientos de la dirigente contaron con el visto bueno del principal referente del espacio, otros aseguran que no. Sin embargo, con el correr de los días, las carteras terminaron en manos del binomio que compitió por la presidencia de Juntos por el Cambio (Patricia Bullrich y Luis Petri respectivamente) sin explicación mediante.

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A partir de ese entonces, sin lugar en la mesa chica libertaria con sede en el Hotel Libertador, Villarruel se concentró en el desafío de conducir la Cámara alta, lugar al que destinará sus energías a partir del domingo, y se sorprendió con aquellas versiones que la daban afuera del espacio o que representaba “una mancha” para el jefe de Estado electo.

Pese a todo lo que sucedió, la relación con el “león” se mantuvo estable y mutó a “perfecta” en los últimos días gracias a renovadas conversaciones, con el Whatsapp de testigo. Y en LLA hay quienes afirman que hubo encuentro aunque allegados a Villarruel no lo confirman, pero sí resaltan que la relación goza “excelente” salud.

Milei también se encargó en la última semana de recomponer su buena sintonía con Píparo, a quien había anunciado para que tome la Anses a partir del 11 de diciembre. Cuando la bonaerense expuso en redes sociales que se iba a encontrar con Fernanda Raverta para iniciar la transición, un operativo interno en el que intervino Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, la eyectó del cargo, que finalmente quedó en manos de un hombre de Schiaretti, Osvaldo Giordano. La dirigente, que además fue la postulante a la gobernación de la provincia de Buenos Aires y cosechó 25 puntos, quedó molesta, sobre todo por los modos en que se esfumó la posibilidad de conducir el organismo.

Por eso, la principal figura de la fuerza entendió que le debía una explicación a la dirigente y así fue, cara a cara, para zanjar diferencias, en un cónclave extenso y que terminó en muy buenos términos. No fue casual que la legisladora, el viernes por el mediodía, haya respondido un posteo en X del próximo jefe de Estado, felicitándolo por haber charlado con Juan Grabois.

Por otro lado, según supo este medio, Francos reclamó lugares para otros heridos libertarios, como Ramiro Marra, y chocó con Karina Milei.

La hermana del Presidente, alias “el jefe”, opera siempre bajo el mismo sentido porque no ve con buenos ojos que integrantes del partido eleven el perfil y puedan eclipsar a su hermano. Por lo pronto, el legislador porteño aclaró que nunca quiso un lugar y continuará focalizado en la construcción política de su fuerza en la Ciudad de Buenos Aires.

Otros dirigentes en la lista de caídos fueron los armadores Carlos Kikuchi, por diferencias con Francos, y Julio Serna, con fuertes cuestionamientos internos desde la campaña.