Aunque estuvo en Tucumán al mediodía, el presidente Mauricio Macri siguió de reojo la marcha, mientras chateaba con su jefe de Gabinete, Marcos Peña, y su ministro de Trabajo, Jorge Triaca, por Telegram. Ya habían acordado que no criticarían la marcha.
El Gobierno tomó la movilización con cierta tranquilidad. En el macrismo se leyó que ninguno de los gremialistas puso condicionamientos estrictos a sus pedidos y analizó que sería difícil de sostener un reclamo con actores tan disímiles como Hugo Moyano, Aníbal Fernández y Antonio Caló, por nombrar la variedad de asistentes. Una unidad extraña, difícil de sostener, se entusiasmaron en el oficialismo.
Por otro lado, se mostraron confiados en que muchos de los reclamos son parte de la agenda que comparten: Ganancias, ausencia de techo a las paritarias y la convocatoria, en la segunda quincena de mayo, al Consejo del Salario para elevar el Mínimo Vital y Móvil, entre otras cuestiones. El otro tema: apurar la Ley de Primer Empleo que presentó esta semana en el Congreso.
Jorge Triaca, ministro de Trabajo, no perdió nunca el contacto con los líderes de la CGT en toda la semana.
Desde Tucumán, Macri expresó que “todo el mundo tiene derecho a expresarse” y aclaró que el Gobierno trabaja “en la misma agenda”, ya que busca “bajar la inflación y generar inversiones para tener más empleos”. Era la línea consensuada para contestar.
Declaraciones. En el mismo sentido, Peña dijo que les “parece sana y necesaria la discusión”. “Coincidimos en gran parte de los reclamos y las preocupaciones, por suerte hoy (los gremios) están integrados a la discusión”. Y destacó que “las paritarias están ocurriendo de forma libre y eso será una herramienta para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores”.
Finalmente, el jefe de Gabinete dijo que no compartía que se estén destruyendo empleos.
Acaso como muestra de que no cortará lazos con un sector del sindicalismo, el Presidente tiene previsto pasar el Día del Trabajador con Luis Barrionuevo, líder de la CGT Azul y Blanca, en la sede obrera de Gastronómicos.
Barrionuevo se bajó del acto cuando el Partido Justicialista, con Daniel Scioli como figura central, se sumó a la convocatoria sindical. Y de esa forma ayudó al Gobierno a meter una cuña en la flamante unidad que ayer exhibieron las centrales sindicales.