Empresarios del fútbol, dirigentes o solo hinchas. Los presidentes Mauricio Macri, Sebastián Piñera (Chile), Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Tabaré Vázquez (Uruguay) tienen algo que los une más allá de la política y el gobierno: el fútbol. Y la forma de conciliar ambas pasiones ya cobró forma en una candidatura conjunta para ganar la sede del mundial 2030 como Cono Sur. Este miércoles, el compromiso terminó de sellarse en un almuerzo compartido en la residencia de Olivos donde plantearon su ofensiva con línea de cuatro.
Piñera y Macri, ambos presidieron dos de los clubes más populares de Sudamérica, Colo Colo y Boca Juniors, con una diferencia abismal: del argentino nunca se puso en duda su pasión xeneize mientras que el chileno, en realidad, terminó confesándose hincha del equipo rival al que regenteaba. “Desde niño fui hincha de (Universidad) Católica y nunca lo he negado. Después Colo Colo estaba en la quiebra y a punto de desaparecer y con un grupo de amigos dijimos: ‘Hagamos algo distinto, realicemos algo grande, y compremos el club para sacarlo de la quiebra”, dijo Piñera en 2016, en una entrevista a Rock & Pop Chile.
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Su explicación, casi filantrópica, choca con la versión que dio su hermano menor, Miguel, sobre la sobre la pasión cocolina de Piñera. Menos dado a los formalismos, para “El Negro” se trató todo de una estrategia para ganar popularidad y ser presidente. “Católica es el equipo de toda mi vida y uno puede tener una señora y también una polola. ¿O ustedes no tuvieron polola?”, retrucó entonces Sebastián Piñera. También en eso se refleja Macri. En la asociación de su apellido a una pasión popular, no en lo de la “polola”, claro.
Por su parte, el pasado futbolero de Tabaré Vázquez es mucho menos conocido y, no obstante, un paso clave para explicar su presente. Años antes de alcanzar la presidencia de Uruguay, en 2005, incluso antes de ser intendente de Montevideo, concilió su profesión de oncólogo con la dirección del Club Atlético Progreso, sobre los pasos de su abuelo. No solo eso: lo sacó campeón y por única vez en la historia de la institución dentro de la Primera División oriental, en 1989. Al año siguiente conquistó la municipalidad de la capital uruguaya para el Frente Amplio.
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Abdo Benítez, en cambio, es el único de los cuatro líderes que no tuvo historia de gloria deportiva, lo que no lo privó de seguir la pasión familiar por el paraguayo Cerro Porteño. Cuentan que le sigue gustando el fútbol, que lo juega cuando puede y que es un "digno mediocampista".
"Sabemos que estamos ante competidores difíciles. Por eso este trabajo tiene que empezar lo antes posible", alentó Macri durante la reunión de hoy en Olivos. En rigor, la candidatura conjunta es el relanzamiento de la propuesta argentino-uruguaya con motivo del centenario de aquella primera copa charrúa de 1930 y la adhesión de Chile y Paraguay. La meta demanda que los cuatro países nombren coordinadores para trabajar en sintonía durante los próximos años hasta la elección de sede, en 2022. El 8 de abril darán el puntapié inicial en Casa Rosada.
