Federico Pinedo es presidente provisional del Senado y tercero en la línea sucesoria presidencial. Sin cassette y con una mirada particular sobre la crisis habló de todo en una entrevista con PERFIL.
—¿Cómo vivió la crisis de estas semanas?
—La viví con desazón porque, para cualquier país normal, la situación financiera de la Argentina no hubiera merecido un ataque cambiario como el que tuvo. Era frustrante. Se sobreactuó el ataque al peso y recuperarlo tiene un costo muy alto, como la suba de la tasa de interés.
—¿Qué opina de la reducción de los ministerios?
—Lo que cambió es la forma de gestionar el Estado: de una forma piramidal, con una base muy grande de ministerios y un círculo de decisión muy chico arriba, a un sistema mucho más compacto y más participativo de relación directa con el Presidente. Los ministros van a estar más empoderados y eso les va a permitir ser más voceros del Gobierno. Y eso es positivo: el Gobierno estuvo muy enmudecido.
—¿Enmudecido?
—No hubo una defensa agresiva de las posiciones del Gobierno, se iba reaccionando frente a los movimientos del mercado.
—¿Hubiera sido saludable que Peña deje su cargo?
—Marcos Peña tiene otra función: no es un ministro de crisis, es un ministro estratégico, es el que mira la estrategia de largo plazo del PRO, de Cambiemos y del Gobierno, qué pasa en el mundo y cómo ha cambiado la política. La visión la ordenó Marcos de manera revolucionaria. Pero no era el ministro que operaba en la crisis sino el de Hacienda, el de Relaciones Exteriores o el Banco Central.
—¿Ve un intento de golpe institucional de algún sector de la política?
—Pareciera que algunos soñaron con eso. Incluso una diputada nacional lo dijo, lo cual es entre asombroso y preocupante. Hay dos tipos de personas: equivocados, que hacen un mal análisis y creen su propio cuentito de que todo es una catástrofe, y los que realmente quieren que la cosa judicial se frene. Hay gente, no sólo en la política, muchos empresarios también, que estarían más cómodos arreglando su situación con un sistema judicial vinculado a la política.
—¿Cristina Kirchner es una de ellas?
—Cristina debe tener más información y se debe dar cuenta de que sus problemas son reales y no inventados. El problema de Cristina son las denuncias de los arrepentidos y eso supongo que se dará cuenta de que lo tendrá que revertir en la Justicia, o no.
—¿Se va a plantear el desafuero de la ex presidenta?
—Hay muchas causas pero hay un solo pedido de desafuero por el tratado con Irán. El tratamiento vence en noviembre, no hay acuerdo porque necesitás dos tercios de los votos, pero Cambiemos pedirá que se trate. Cambiemos fijó su posición para todos los casos: votaremos los desafueros confirmados por la Cámara.
—¿Cómo está Macri en estos días?
—Tiene una enorme tranquilidad. Y lo veo cuando estamos en una reunión y recibe una mala noticia, que para otra gente sería una catástrofe; no se le mueve un músculo. Es como que está acostumbrado a que los presidentes reciben malas noticias y tiene que buscar el camino para hallar soluciones. Está pasando un momento difícil, casi no tiene momentos de alegrías y tiene una enorme responsabilidad que pesa mucho en las crisis. Está muy convencido de que podemos dar vuelta la página.