Los hermanos Romero Feris son sinónimo de poder en Corrientes. José Antonio, a quien conocen como "Pocho", y Rául, para todos "Tato", son la clave de la elección que pelean otros dos dirigentes unidos por vínculos de sangre entre sí: los primos Arturo y Ricardo Colombi.
Desoyendo los versos del Martín Fierro sobre la hermandad, ambos Romero Feris apoyan a un Colombi distinto en los comicios. Es otro episodio de su histórica pelea política, que comenzó cuando "Pocho" eligió a su hermano como sucesor en la gobernación y éste, después de ser electo, lo traicionó y marginó del poder.
"Pocho", la joven promesa. A los 24 años, "Pocho" fue electo diputado provincial y al año siguiente ya presidía la Cámara. Tuvo que irse porque los militares tomaron el poder de la mano de Juan Carlos Onganía.
En 1978 fue designado como embajador de la dictadura en Costa Rica, cargo por el que muchos de sus críticos le achacan "haber sido funcionario de la Junta Militar". Con el regreso de la democracia volvió a someterse al voto popular y ganó la gobernación provincial.
Fueron años difíciles en los que el gobierno de Raúl Alfonsín le retaceaba recursos y el amenazaba con renunciar, provocando una crisis política en su terruño. En el poder, lo sucedió su hermano, con quién se enfrentó.
"Nos peleamos porque cuando llegó al gobierno se hizo menemista y cavallista en contra de los principios que pregonaban los partidos que lo llevaron al poder", dijo Pocho en una entrevista al diario Hoy.
Así las cosas, siguió su carrera política como diputado nacional y senador. En 2007 quiso pegar el salto nacional y se presentó sin éxito como candidato a presidente por el Partido Autonomista, cuyo lema nacional fue Fuerza de Integración Federalista.
Le fue mal, pero no se desanimó. El 28 de junio pasado compitió como candidato a senador nacional en Corrientes y volvió a caer derrotado ante los primero Colombi. Sacó apenas 25 mil votos, un magro 5,81%. En estas elecciones, mantiene el optismismo y confía en que su caudal de votos aumentará.
Tato, un adelantado a Patti. "Tato" Romero Feris fue el todopoderoso gobernador correntino durante los 90 y "amigo y aliado incondicional" de Carlos Menem, como le gusta aclarar siempre. Llegó al poder en el 91 bajo la bendición de su hermano, José "Pocho" Romero Feris, pero por pujas en el Colegio Electoral recién asumió en el 93, intervención provincial mediante.
Ya como gobernador, quiso quedarse con el poder partidario, echó a su hermano (con quien retomó relacion personal pero mantiene una pelea política) y a todos los representantes del Partido Autonomista que lo habían apoyado. Luego intentó la reelección, pero no fue habilitado para ella y se presentó como intendente, cargó que ganó.
En 1999, la situación provincia era insostenible; Corrientes fue intervenida por el gobierno de la Alianza. La municipalidad también entró en el control de la Nación y "Tato" fue depuesto. Los desmanejos económicos y la desbordante corrupción eran una fija en todo el distrito.
Antes de fin de año, Romero Feris fue encarcelado por la Justicia debido a 60 causas por manejo irregular de fondos públicos que lo tenían como protagonista.
En 2001 y desde la cárcel, Romero Feris se adelantó a lo que Luis Abelardo Patti hizo este año, antes de ser inhabilitado por la Justicia como candidato: "Tato" hizo campaña desde detrás de las rejas. A diferencias de Patti, ganó una banca con el traje a rayas puesto, pero finalmente no pudo asumir.
Repitió la experiencia en 2003 con igual suerte. Logró un escaño, el Senado no le permitió sentarse en su banca y él presentó su renuncia indeclinable. "Prefiero tener una banca en el corazón de mi gente", argumentó.