POLITICA
sombras sobre el fiscal

Piden que Carrió testifique en el caso Conarpesa

La viuda de Raúl Cacho Espinosa, el pesquero asesinado en 2003, acusó al fiscal Baéz de mal desempeño y pidió un jury de enjuiciamiento en su contra.

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| Cedoc

Elisa Carrió podría ser llamada como testigo en una causa por el presunto mal desempeño de un fiscal de Chubut, que entiende en la causa por el homicidio del empresario pesquero Raúl Espinosa, de Puerto Madryn, muerto a balazos en la puerta de su casa el 30 de enero del año 2003, en un caso que permanece impune y que derivó en la destitución de un juez que, incluso, había sido amenazado.

“En el día de la fecha presenté ante el Consejo de la Magistratura de esta provincia, formal denuncia por mal desempeño de sus funciones y probable comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones, contra el Fiscal General del Ministerio Público, Dr. Daniel Esteban Báez, supuestos hechos consumados durante la instrucción de la causa por el homicidio de Raúl "Cacho" Espinosa, hoy impune con todos los implicados liberados”, informó Lorena Gabarrús, ex pareja de Espinosa, al sitio Rawsonline .

El texto de la denuncia, presentado en el Consejo de la Magistratura chubutense, destaca además que “es necesario oír testifical a la Dra. Elisa Carrió”. Sucede que la líder de la Coalición Cívica acaba de volver a ganar un juicio a un empresario pesquero al que acusó de tener vínculos con el kirchnerismo y al que vinculó con el crimen de Espinosa.

Héctor Antonio, hijo del fallecido dirigente peronista Jorge Antonio y representante en el país de una pesquera española, pretendía que Carrió lo indemnizara con 300 mil pesos por "daños y perjuicios". Pero la Justicia se lo negó en base al "lugar eminente" que los "antecedentes históricos y jurídicos" reconocen para la libertad de expresión en el sistema constitucional argentino.

Por ello, la denuncia de Gabarrús, además, señala que “habrá de requerirse la causa que tramitara ante la Justicia Federal de la Capital Federal, iniciada contra Elisa Carrió por parte de Héctor Antonio, para lo cual habrá que solicitar oficio a la Cámara Federal para que por su intermedio arbitre los medios necesarios para su remisión”.

Entre otras pruebas para acusar al fiscal Báez, Gabarrús cita en su presentación el texto de una resolución de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia relacionada con la investigación del crimen del empresario pesquero. En aquella oportunidad, uno de los ministros, Jorge Pfleger, dijo que la lectura del expediente provocaba "el asombro, el pasmo, la estupefacción" por sus irregularidades.

"Baste decir, que ahora, las irregularidades en la conducción de la investigación son tan evidentes y graves -y por cierto concretadas con conciencia-, que ha llegado la hora de ponerles fin, sometiendo, en principio, a uno de sus responsables –Dr. Daniel Baez- a la decisión de un jury de enjuiciamiento, apartándolo de la causa y finalmente del Ministerio Público", precisa.

La historia, que concentró la atención de la opinión pública, empezó en 2003. Por aquel entonces, en plenas elecciones presidenciales, Cacho Espinosa, titular de la Pesquera San Isidro, fue asesinado en la puerta de su casa. Semanas antes del crimen, según dichos de la propia Carrió, el empresario le había acercado graves denuncias contra Conarpesa, una empresa de la familia Alvarez, vinculada con el ex presidente Kirchner.