Por la inflación, las segundas marcas son las preferidas después del 15 del mes
Aunque el dato oficial se conocerá el 15 de agosto, luego de las PASO, las consultoras privadas ubicaron la inflación entre un 6,6% y un 7,7% para julio; con un marcado incremento en los precios de alimentos, los últimos días de ese mes que se recalentaron aun más en lo que va de agosto, por la suba del dólar blue. Eso provocó que el 80% de los consumidores conviertan en vedettes de sus changuitos a los productos más económicos, y no de las primeras líneas.
Alimentos. Comprar comida para una familia tipo es cada vez más difícil de asumir; habrá más aumentos la semana próxima. |
NA
Por la inflación crecieron las ventas de segundas marcas de alimentos, sobre todo después de mediados de mes. Según comentaron representantes de comercios minoristas a PERFIL, alrededor del 80% de los consumidores se vuelcan por esta opción.
“El 15 ya es fin de mes”, afirmó a PERFIL Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA). “Los primeros días los clientes llevan marcas a las que estaban acostumbrados, pero a partir del 15 recurren a la ‘marca pyme’”, agregó.
“Entre el 70 y el 80% de los clientes está consumiendo muchas segundas marcas, sobre todo en productos como el pan”, aseguró por su parte Héctor González Pavan, tesorero de la Confederación General Almacenera de la República Argentina (CGA).
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Savore agregó, en el mismo sentido, que “un pan lactal de primera marca hay que venderlo a $ 1.300, mientras que un pan de marca pyme lo podemos vender en $ 650, y es un buen producto”.
Según el relevamiento del Centro de Almaceneros de Córdoba, la inflación de julio fue de 7,4%, y el pan francés fue el producto básico que más subió, con un promedio de 14%.
El Gobierno dará a conocer el índice de precios al consumidor de julio el 15 de agosto, pero las consultoras estiman entre un 6,6 y 7,7% de incremento.
Según la consultora C&T, en CABA, julio registró un aumento de precios del 7,7% mensual, lo que implicó un alza interanual de 122,1%. El crecimiento de los precios se explica, según detalló la consultora en su informe, “por el pico que tuvo el turismo debido a las vacaciones de invierno, que hizo que esparcimiento fuera uno de los rubros de mayor dinamismo en el mes (14%)”. Sin embargo, afirmaron, a partir de la tercera semana de julio los demás precios comenzaron a subir por las medidas oficiales y la disparada del dólar blue.
De acuerdo con los datos de la Fundación Libertad y Progreso, la inflación mensual para julio fue del 6,6%. Según su último informe, alimentos y bebidas quedaron nuevamente por debajo, con un 6%, “y recién en la última medición (cuarta semana) tuvieron un aumento significativo”.
Sin embargo, el nuevo dólar maíz ya está impactando en los precios de los alimentos de agosto, y, tal como lo adelantó PERFIL, las carnes subieron alrededor del 20% en los últimos días.
“Estábamos abastecidos, pero empezó a faltar el novillo pesado que es para los restaurantes y la exportación, la vaca flaca está muy cara para la exportación, la vaca gorda en algunos casos también, entonces, con la expectativa de un dólar diferente a futuro, se empezó a mover el mercado de los precios”, explicó a este medio Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA). “Pero el tema del maíz fue el detonante”, agregó.
Al ser consultado por PERFIL, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes, afirmó que, si bien los precios de la carne siguen estando atrasados con respecto a la inflación general, “es prematuro hacer una predicción” sobre lo que puede pasar en los próximos días con los precios. “Deberemos esperar a que el público convalide los actuales precios al mostrador y ver cómo se comporta la oferta cuando realmente llueva de manera significativa”.
En el caso del cerdo, que todavía no recompuso sus precios tras el anuncio del dólar maíz, los productores adelantaron a PERFIL que se espera un aumento de entre el 10 y el 12% para la semana que viene.
“Los costos de producción subieron entre 17 y 20%”, aseguró a este medio Juan Luis Uccelli, consultor del sector porcino. El consultor aclaró que se trata de un incremento menor al de la carne vacuna por dos razones: “Primero para separarse más del vacuno, y segundo, porque si sube mucho el precio local del cerdo la Secretaría de Comercio va a favorecer las importaciones, que también perjudican al productor”, opinó.
Los productores esperan la reacción de los consumidores, y los comerciantes se adaptan a los nuevos requerimientos. “El hilo es muy finito y si uno aumenta las cosas, la gente deja de comprar y los costos fijos siguen”, sintetizó Uccelli.
“Constantemente recibimos aumentos, e incluso hay algunos artículos que remarcamos dos veces en el día”, agregó Pavan. “Esto es una hiperinflación, en cuotas tal vez, pero es una híper”, sintetizó.
