El programa Periodismo Para Todos, conducido por Jorge Lanata, realizó una tercera pericia sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman basándose en los estudios del doctor Cyril Wecht, uno de los patólogos forenses mas prestigiosos de EE.UU.
Wecht, cuenta más de 50 años de carrera y participó en 18 mil autopsias, fue contactado por el programa periodístico del canal Trece para presentar un informe que tercie entre las conclusiones de los peritos oficiales y los de la querella. “Interesaba un experto que no estuviera contaminado”, justificó Lanata.
“La evidencia es muy fuerte cientificamente contra la posibilidad de un suicidio”, aseguró el doctor estadounidense, de relevancia mediática por haber intervenido en las muertes de Bob Kennedy, del músico Brian Jones, del cantante Elvis Presley y en el juicio de OJ Simpson.
El abogado y médico legista especializado en patología forense realizó una autopsia integral concentrándose en los mismos elementos que evaluaron los peritos oficiales y de parte: fotos y videos oficiales, pericias de ADN y balística, etc. Pero también tuvo en cuenta las circunstancias y los hechos que giraron en torno a la muerte de Nisman.
Wecht planteó y argumentó diversos puntos extraños sobre la posición del cadáver, del arma al momento del disparo, el horario de la muerte y varias circunstancias que ponen un manto de duda sobre la muerte del fiscal. “Las pistas colectivamente hacen inclinar la balanza hacia un homicidio antes que un suicidio”, señaló el patólogo forense estadounidense en declaraciones a PPT.
Autopsia integral. Wecht señaló que existió “algún movimiento del cuerpo” e hizo hincapié en el desorden reinante al momento de realizar la pericia en el piso 13 del edificio Leparc. Además, marcó que Nisman estaba “cerca de la mesada de la pileta” al momento de recibir el disparo mortal y mostró su sorpresa por la “posición de la pistola”, hallada debajo de la la espalda del fiscal. “No entiendo cómo el arma pudo haber hecho ese recorrido”, se preguntó.
Por otra parte, Wecht coincidió con la querella al ubicar el momento de la muerte del fiscal el sábado a la noche. También detalló que “no hay evidencia de espamo cadavérico”, que señalaría que murió desangrado.
También puntualizó en que si alguien busca suicidarse es común apoyar el arma sobre la superficie de impacto y no, como en este caso, dejarla a diez centímetros de la cabeza. A su vez, el forense marcó que “en los suicidas la trayectoria de la bala es hacia abajo y aca es hacia arriba”.
Además, puso especial interés en argumentar las manchas de sangre en las manos de Nisman y remarcó que es raro que la mano que presuntamente accionó el gatilo tenga “poquita sangre”. Y sobre la mano izquierda manchada con sangre explicó que podría ser “porque movieron el cuerpo” y descartó que, como sostienen los peritos oficiales, haya sido porque su mano izquierda ayudó a la derecha en la supuesta acción suicida.
Puntos extraños. Wecht enumeró ciertos hechos que hacen al contexto de la muerte de Nisman y, según sus palabras, inclinan la balanza a pensar que se trató de un homicidio:
- Porqué se suicidaría en un momento culmine de su vida cuando debía presentar la investigación más importante
- Señaló que era poco probable que un suicida cene, como sería en el caso Nisman, ya que tienden a sufrir anorexia nerviosa.
- Si bien no todos los suicidas dejan notas, “es un punto interesante” a tener en cuenta.
- Realizó una lista de compras para que la empleada haga el lunes.