La delicada situación en la bonaerense Villa Azul, con unos 145 contagiados confirmados de coronavirus y la decisión de mantenerla aislada mientras se intenta controlar la emergencia sanitaria encendió las alarmas entre los organismos de Derechos Humanos y sectores de la izquierda, no tanto por el avance de la pandemia sino por la "militarización" del barrio.
"No sé si hacía falta sacar a todos los uniformados a la calle cuando está la gente dispuesta a tener toda la solidaridad", sostuvo Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza Línea Fundadora, preocupada por la situación en Villa Azul pero también apuntando contra lo sucedido en el Barrio 31 de la Ciudad de Buenos Aires.
Cortiñas advirtió además que "esta pandemia, este virus no es ingenuo, no es que vino a atacar a todo el mundo, vino para exterminar a los más pobres aunque ahora va golpeando a todas las clases sociales".
Según su lectura de la situación "los pobres son los que se llevan la peor parte, son los maltratados", dijo en declaraciones a La Izquierda Radio.
Con el ministro de Seguridad, Sergio Berni al frente pero también con el aval de Axel Kicillof, el gobierno de la provincia decidió aislar el barrio ubicado en el límite entre Quilmes y Avellaneda, cuyos intendentes también dieron el visto bueno a la estrategia que involucra a las fuerzas de seguridad apostadas de manera permanente en las fronteras barriales, que no permiten entrar ni salir a nadie al menos durante las próximas dos semanas.
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Antes de la muerte de Ramona Medina en el Barrio 31, Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) realizaron una presentación ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la falta de agua durante más de una semana. El fallecimiento de la joven mujer sumó argumentos a la denuncia que también incorporó a La Garganta Poderosa.
El caso de Ramona Medina cobró tal notoriedad mediática que Roger Waters, fundador del grupo Pink Floyd, envió un mensaje expresando sus condolencias a pedido de La Garganta Poderosa, que fue viralizado en redes sociales por organismos de Derechos Humanos.
Sin embargo, todavía no hay presentaciones formales por parte de esos mismos organismos sobre el caso de Villa Azul ni sobre ningún otro tema ligado a la provincia de Buenos Aires.
Según supo PERFIL, en las próximas horas habrá una primera reunión de "diagnóstico" entre los especialistas del CELS sobre el tema del barrio ubicado en el conurbano bonaerense. El organismo presidido por Horacio Verbitsky no realiza trabajos de campo sino que se nutre con la información que le proporcionan las agrupaciones sociales que recorren el territorio, como el caso de La Garganta.
"Nosotros no podemos opinar sobre temas sanitarios, sino que nos fijamos en el respeto de las políticas equitativas, de seguridad. Si el Gobierno toma determinada decisión sobre la cuarentena y el tema de salud nos excede", explicaron a este diario desde el CELS.
Desde la izquierda, en tanto, se cursó un pedido de informe al Poder Ejecutivo sobre la situación en Villa Itatí y Villa Azul, ante la preocupación por la "elevada densidad demográfica y las pésimas condiciones de vida" en los barrios vulnerables del conurbano de la provincia.
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"Militarizar los barrios, la política sanitaria en la provincia de Buenos Aires, parece ser elaborada por el Ministro Sergio Berni desde el Ministerio de Seguridad, como lo demuestran con el confinamiento represivo de los barrios Azul e Itatí donde pusieron a 300 policías por turno para prohibir el ingreso y egreso de los vecinos", se quejó el diputado bonaerense Claudio Dellecarbonara, del Partido de los Trabajadores Socialistas.
Allí marcó que "el Gobierno castiga a los sectores de la población más vulnerables y por el momento no hubo anuncios que cambien la situación”.
DM/MC
