El fiscal ante la Cámara Federal Germán Moldes denunció a Angelina Abbona por el delito de peculado de servicios, es decir por haber usado recursos del estado para defender a los acusados por Alberto Nisman, entre ellos la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner.
La causa quedó en manos del juez Sergio Torres, quien indagó a Abbona y la procesó y sobreseyó a quienes eran los subprocuradores del Tesoro en 2015: Javier Pargament y Horacio Pedro Diez.
El fallecido fiscal había presentado un escrito ante la Procuradora que fue desestimado -según Abbona- por "inexistencia del delito". Además, el magistrado le trabó un embargo por $ 200.000.
El 13 de febrero de 2015 la Procuración del Tesoro del kirchnerismo que era encabezada por Angelina Abbona presentó un escrito ante el juez Daniel Rafecas, quien por entonces estaba a cargo de la denuncia -que había hecho un mes antes el fiscal Alberto Nisman- para que se investigara el delito de encubrimiento del atentado a la AMIA.
Entre los denunciados por Nisman -quien murió el 18 de enero de aquel año- estaba Cristina Fernández de Kirchner, por entonces presidente de la Nación y amiga de Abbona. La Procuración del Tesoro hizo una presentación ante Rafecas que, entre otras cosas, desestimaba que lo denunciado por Nisman fuera delito.
En 2015 la denuncia de Moldes le tocó al juez Sebastián Casanello, quien a pesar del impulso dado por el fiscal Ramiro González cerró el expediente por inexistencia de delito. Esa decisión fue apelada, y la Sala II de la Cámara Federal ordenó la reapertura de la causa y apartó a Casanello