Las negociaciones entre Juan Grabois y Sergio Massa por medidas para los sectores más pobres, que pone en riesgo la integridad del bloque oficialistas en Diputados, se dilatan en el tiempo. Ambos dirigentes, tienen diálogo directo y mantienen en absoluto hermetismo sus conversaciones.
“Al menos que avancen con el proyecto de Di Tullio, pero que hagan algo. No puede ser que todas las señales sean para los mercados y empresarios”, reclamó un diputado a PERFIL. La exigencia tiene que ver con el proyecto que presentó la senadora oficialista, con el aval de Cristina Kirchner, para atender la situación particular de las personas en situación de indigencia.
En el sub-bloque que responde a los movimientos sociales entienden que Sergio Massa “no se va a abrazar al Salario Básico Universal”. Saben que detrás del proyecto de Di Tullio está la mano de Cristina Kirchner, que propuso una revisión de los planes sociales, y después de varias idas y vueltas trabaja en el mismo rumbo económico que el tigrense.
Sin embargo, en la agenda del Senado no está previsto, hasta el cierre de esta nota, el tratamiento del proyecto en ninguna comisión.
El desencanto de Grabois y sus tres diputados (Natalia Zaracho, Itai Hagman y Federico Fagioli) surgió el miércoles 3 de agosto, por la noche después de Massa anunciara sus primeras medidas como ministro de Economía. Allí estuvieron los representantes de Patria Grande. El propio Grabois reconoció que había hablado con Massa y que esperaba un anuncio puntual para los secotres más pobres. Pero nunca llegó.
Al día siguiente, salieron en un raid mediático a anunciar que si no llegaban esas medidas estaban por romper el bloque y dejar a la bancada como segunda minoría. Sin embargo, dan tiempo para negociar, mientras Sergio Massa se reúne con empresarios petroleros y la Mesa de Enlace.
En la agenda del Senado no está previsto el tratamiento del proyecto en ninguna comisión
A más de dos semanas explicaron a PERFIL que para no dejar en desventaja al oficialismo. “El Salario Básico Universal es la propuesta que nosotros hicimos, pero estamos dispuestos a que se llame ingreso, le hagan las modificaciones que quieran. Pero sí queremos una política que afecte directamente para bien a los que la están pasando peor”, explicaron y aclararon que “están dispuestos a negociar”.
En caso de no llegar esas medidas, los tres diputados de este espacio afirman que dejan el bloque oficialista, y en todo caso, formarían un interbloque. Lo cierto es que la decisión se viene dilatando a medida que Sergio Massa y Juan Grabois conversan.
En un primer momento habían puesto el 20 de agosto como fecha límite para definir la pertenencia o no al oficialismo. Pero luego se corrió al 3 de septiembre. “Vamos a hacer un Congreso Nacional de la militancia y si no hay medidas nos vamos”, aclararon.
¿Qué pasa si se divide el Frente de Todos?
El bloque oficialista tiene 118 diputados, si estos tres se van pasa a 115. Así deja de ser la primera minoría y ese lugar queda para Juntos por el Cambio, que tiene 116. Si bien en lo político no tendría demasiado impacto. Sí cambiaría varias formalidades de la Cámara.
La designación de las autoridades de la Cámara baja ya no beneficiaría al Frente de Todos. Esto se complicaría aún más en las comisiones. Juntos por el Cambio tendría el argumento para quedarse con las mayorías y las presidencias: son más diputados, y deben tener mayor representación.
En cuanto a la político todavía hay demasiadas incertidumbres. Germán Martínez apuesta a mantener un buen diálogo con ellos en caso de que decidan irse del oficialismo y poder mantener canales de comunicación, algo que ya viene sucediendo. Sin embargo, sabe que podría complicársele aun más para debatir algunos temas a la hora de conseguir el quórum y los votos.
AR / MCP
