El 20 de septiembre, poco después de haber sido operado, el juez federal Claudio Bonadio elevó a juicio oral y público el tramo principal del caso de los Cuadernos de las Coimas, el más importante de su carrera. Allí está acusada de ser jefa de una asociación ilícita, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y entre el centenar de involucrados, figuran varios de los empresarios más importantes de la Obra Pública y ex funcionarios de la anterior gestión kirchnerista.
Las distintas causas que salieron derivadas del escándalo que comenzó tras la aparición de las notas del ex chofer Oscar Centeno, ya pasaron en la mayoría de los casos la instancia revisora de la Cámara Federal de Apelaciones, por lo que las investigaciones más resonantes que el magistrado llevó adelante en el último tiempo ya no estaban bajo su órbita.
Por otro lado, la muerte de Bonadio deja libre el juzgado el 11 que ocupó desde su creación en 1994. De momento y hasta marzo, el tribunal será subrogado por su par Sebastián Casanello, quien ya había salido sorteado para cubrirlo hasta que se cumpliera el mes de prórroga de vacaciones que había pedido Bonadio a fines de enero. En tanto que el futuro a partir del mes próximo estará en manos de la Cámara Federal de Apelaciones, que es desde dónde se deberá resolver quién sigue a partir de allí la subrogancia del despacho. Es decir, si prorroga la subrogancia de Casanello o bien, si sortea para que intervenga otro magistrado.
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Todo eso será hasta que en un futuro se abra el concurso para cubrir la vacante del juzgado cuyo único titular fue el propio Bonadio. El magistrado llegó allí en 1994, cuando Carlos Menem, de quien era cercano y para quién trabajaba en la secretaría de Asuntos Legales, amplió de 6 a 12 los juzgados federales de la ciudad de Buenos Aires. Bonadio fue asignado por decreto, porque inicialmente su pliego había sido aprobado en el Senado para la justicia federal de Morón, a la que finalmente nunca fue.
El proceso para elegir un reemplazante puede durar años. De hecho, el de Norberto Oyarbide, quien renunció en abril de 2016, recién fue cubierto este año, más de tres años y medio después. Para eso, lo primero que debe haber es, desde el Consejo de la Magistratura la apertura de un concurso para el cargo, luego rendir el examen, corrección y develación de claves. Así como cumplimentar todos los pasos de entrevistas, antecedentes, impugnaciones, adhesiones, creación de ternas, paso por el Ejecutivo y luego, Acuerdo en el Senado.
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Las demoras para cubrir los cargos son conocidas en la justicia y de hecho, el organismo aún ni siquiera abrió concurso para cubrir el despacho dejado por Sergio Torres, quien fue compañero de Bonadio en la primera instancia de Comodoro Py, y a fines de abril se convirtió en juez de la Corte Suprema bonaerense.
CP/CD
