La polémica instalación de las carpas K en la Plaza de los Dos Congresos disparó interrogantes sobre los permisos y requerimientos con los que debe contar un ciudadano o institución si desea acampar allí. Técnicamente, se trata de un trámite que no lleva más de diez días, desde el pedido hasta la autorización del gobierno porteño.
A principios de junio Miguel Saredi, Presidente de Pampa Sur, intentó colocar una carpa en apoyo al campo junto a un grupo de estudiantes de Agronomía en ese lugar.
La autorización de Pampa Sur y los estudiantes había sido remitida a la secretaría de Espacio Público del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Se trataba de una carpa pequeña que cumplía con los requisitos exigidos. En ese momento, intervino la Policía Federal exigiendo desalojar el espacio.
En diálogo con Perfil.com, Saredi instó a las autoridades del gobierno porteño a ser "más justos" respecto a las asignaciones de los sitios públicos. Clara referencia a las carpas K, cuyos moradores no accedieron a los pedidos de los inspectores porteños.
Las carpas oficiales no tienen permisos. El requisito previo, que consiste en llamar a la Dirección General de Espacios Verdes con diez días de anticipación, no se efectuó en ningún momento. ¿Las razones? Esos precarios bunkers de militantes kirchneristas tienen el visto bueno del Gobierno Nacional.
Por empezar, deben notificar por carta el pedido, incluyendo la mayor cantidad de detalles posibles: por qué se pide ese espacio, para qué, cuándo se realizará el evento o en este caso, cuál es el motivo por el que se instala la carpa, cuántas personas participan de la protesta y por cuántos días.
Todo los datos deben entregarse en Mesa de Entrada. Acto seguido, será el gobierno porteño el encargado de autorizar el espacio y detectar si el sitio elegido es apto. Si se da el visto bueno, hay vía libre para el acampe.