¿Quién es de Rafaela, trabaja en la Corte Suprema y la semana pasada tuvo un cruce con la Administración Federal de Ingresos Públicos? La respuesta correcta no es Ricardo Lorenzetti. Es Héctor Daniel Marchi, el hombre de mayor confianza del juez, que compartió negocios con el presidente del máximo tribunal y hoy maneja los fondos millonarios del Poder Judicial.
Contador de profesión, ocupa el cargo de “Secretario de Administración” y titular del Comité de Inversiones de la Corte. También cumple el rol de emisario de su jefe en asuntos delicados, cuando es necesario conversar con funcionarios del Gobierno o con otros dirigentes políticos. Y en abril pasado cumplió la cifra redonda de 50 años, que transcurrieron casi a la par del magistrado con mayor poder en la Argentina.
Marchi conoció a Lorenzetti en Rafaela, la localidad santafesina de donde ambos son oriundos. Se hicieron amigos desde muy jóvenes en esa ciudad de 100 mil habitantes, pero con alma de pueblo pequeño, adonde el juez todavía vuelve los fines de semana para descansar con asados, rondas de café y trotando por sus tranquilas calles.
Allí comenzaron a trabajar juntos. Después de recibirse como contador, Marchi empezó a dar sus primeros pasos como profesional independiente. Al poco tiempo, ambos brindaron juntos sus respectivos servicios profesionales a sindicatos locales. Según recuerdan los rafaelinos, Lorenzetti fue abogado de prestadoras del PAMI, que enfrentaron denuncias por presunto vaciamiento.
Desde muy joven, Marchi se vinculó con dirigentes del Partido Justicialista. Por ese motivo, ocupó cargos políticos en la provincia de Santa Fe. Primero, como secretario de Hacienda de la Municipalidad de Rafaela, durante la intendencia de Ricardo Peirone. La siguiente oportunidad apareció en la segunda gobernación de Jorge Obeid, donde ocupó ese mismo cargo a nivel provincial.
En el medio, Marchi compartió un negocio con Lorenzetti. En 2003, crearon la sociedad comercial Medios de la Región S.A., un emprendimiento frustrado para manejar una radio.
No fue la última vez que trabajaron juntos: cuando el jurista llegó a la Presidencia de la Corte, designó a su amigo para manejar los fondos de la máxima institución judicial.La semana pasada, la Corte denunció que la AFIP los estaba extorsionando con una investigación y el organismo respondió que se trataba de un cruce de datos. Los blancos eran tres: Lorenzetti, sus hijos y Marchi, quien había presentado tarde su última declaración jurada.