El gobierno lanzó su hipótesis sobre los incidentes producidos esta mañana en las estaciones ferroviarias de Merlo y Castelar y lo hizo a través del ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien sostuvo que hubo "infiltrados" de Quebracho y del Partido Obrero (PO) en los desmanes.
"Este gobierno cree en el servicio público de pasajeros", dijo y reconoció que se tiene la aspiración "a que el servicio mejore", ante las contínuas quejas de los usuarios, sobre la calidad del servicio.
Los eventos se desencadenaron cuando los pasajeros, hartos por una demora de dos horas, comenzaron a arrojar piedras sobre los vidrios del propio convoy, y de oficinas de TBA en las estaciones afectadas.
El ministro del Interior defendió además el proyecto del tren bala, pese al mal estado general de los trenes, al expresar que "una cosa no es incompatible con la otra". "Tenemos que mejorar el servicio de trenes en general y eso no es incompatible con la idea del Gobierno, de desarrollar un tren rápido", agregó.
Fuente: DyN
