A cinco meses del arranque de las comunas, el PRO entró en un espiral de conflictos con los integrantes de las flamantes juntas comunales, que pretenden descentralizar trámites y funciones del Gobierno porteño.
Protestas por falta de presupuesto, retrasos en los pagos y hasta la renuncia de uno de los funcionarios a cargo complicaron los primeros meses de puesta en marcha de los nuevos organismos que reemplazaron a los CGP y que tendrán a cargo la poda, el bacheo y las plazas.
Es que Mauricio Macri les dejó a sus funcionarios dos premisas: que con la descentralización no se incremente el gasto y que no baje la calidad del servicio. En este marco, según un informe de Proyecto Sur, el macrismo no cumplió con el traspaso de competencias y vació a las juntas comunales. “Debieron recibir instalaciones y equipamiento y hubo comunas a las cuales sólo se les dieron un escritorio y tres sillas”, denunciaron.
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