Desde Río Gallegos
Después de 119 días consecutivos de paro de los municipales y de falta de recolección de residuos, el intendente de Río Gallegos, Raúl Cantín (FpV), renunció a su cargo, sin apoyo del gobierno nacional, que le retaceó fondos para el pago de los salarios.
Máximo Kirchner, hijo de la Presidenta y candidato a diputado nacional, se enteró de la dimisión al aire en una entrevista (que se reproduce en la página 4) y advirtió: “Sería un acto de irresponsabilidad. El tiene que terminar su mandato. Acá nadie le soltó la mano”. La capital provincial, terruño de la familia Kirchner, está convulsionada. En una sesión extraordinaria, el Concejo Deliberante colocó como intendente al edil Pablo Grasso, dirigente kirchnerista apoyado por el hijo de la Presidenta, que hace pocos días anunció que iría por la jefatura comunal. El reclamo, del 15% de aumento salarial, había quedado pendiente de la pauta de 2014. Pero Cantín nunca pudo cumplir con las expectativas de los empleados.
“Hago una profunda autocrítica de mi gestión, porque llegar a esta situación no es exclusiva responsabilidad de una de las partes”, dijo el mandatario comunal en un comunicado de prensa poco después de firmar su renuncia.
Ante los rumores sobre un pedido presidencial para que deje el cargo, aclaró: “Nadie me pidió la renuncia, al contrario he tenido el acompañamiento permanente del gobierno nacional y de todos los compañeros del justicialismo”.
Cantín –tío político de Lázaro Báez– no había estado en el acto que encabezó la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, el jueves en la capital provincial. Los rumores de su salida se habían iniciado el lunes pasado, cuando no pudo completar siquiera el pago del 75% de los sueldos del mes de junio de los empleados.
Poco antes de saber la decisión del mandatario comunal, Máximo Kirchner había indicado que el kirchnerismo no le había soltado la mano y recordó todas las obras que el gobierno nacional realizaba en la capital de Santa Cruz. También aclaró que en las elecciones de 2011, La Cámpora apoyó a otro candidato, Francisco Anglesio, que compitió con Cantín en un sublema.
En tanto, la oposición local cargó contra el modelo Nación-Provincia-Municipio que pregonaba el oficialismo antes de las elecciones de 2011. “Quieren hacernos creer que Cantín era el problema”, sostuvo el diputado nacional Eduardo Costa (UCR), principal candidato a la gobernación de Santa Cruz.
Pero la convulsión sigue. El paro está firme hasta que se les dé a los empleados el 15% de aumento. Anoche asumió Pablo Grasso con la mira puesta en cómo resolver ese conflicto. En la capital provincial, sobre la calle Mascarello, tiene su residencia la presidenta Cristina Kirchner. Es la tierra en donde el kirchnerismo empezó a amasar su poder. Donde Néstor fue intendente por primera vez, y donde inició su camino a la presidencia. Hoy luce como una postal de guerra. A semanas de las PASO, en las que Máximo Kirchner apuesta a ganar una banca de diputado nacional, el oficialismo buscará apaciguar la situación y mostrarse como el salvador tras la “mala gestión” de Cantín.