POLITICA
IMPUNIDAD

Un represor con prisión domiciliaria organizó un "fiestón" de aniversario con 60 invitados y show de Palito Ortega

Representantes del Ministerio Público Fiscal solicitaron al Tribunal Oral Federal de San Juan que investigue las circunstancias en las que Jorge Antonio Olivera fue anfitrión de una celebración por las bodas de oro con Marta Ravasi, a pesar de tener tres condenas a perpetua.

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Fiesta de Jorge Olivera y Marta Ravasi junto a Cecilia Pando y Palito Ortega contratado | NA / Captura Twitter

Representantes del Ministerio Público Fiscal solicitaron este martes al Tribunal Oral Federal de San Juan que investigue las circunstancias en las que el represor Jorge Antonio Olivera, condenado en tres ocasiones a perpetua por delitos de lesa humanidad, fue anfitrión de un festejo con 60 invitados por su aniversario de casamiento con Marta Ravasi, a pesar de hallarse cumpliendo prisión domiciliaria.

La intervención del fiscal general Dante Vega, titular de la Oficina de Asistencia en causas por Violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante el Terrorismo de Estado en Mendoza, y el fiscal general de San Juan, Francisco Maldonado, tuvo su origen en diversas publicaciones de la red social X (exTwitter), en las que se advertía que el fin de semana pasado se llevó a cabo una fiesta de celebración por las bodas de oro de Olivera y su esposa en su casa en Vicente López, a la que acudieron un gran número de invitados y hubo catering, barra de tragos, DJ y hasta un show privado de Palito Ortega.

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Jorge Olivera y Marta Ravasi junto a Palito Ortega

Aunque el “fiestón” no lo evidenciara, Olivera está preso por más de 50 crímenes de lesa humanidad por su desempeño al mando de diversos centros clandestinos de detención durante la última dictadura, llegando incluso a recibir el apodo de “Carnicero de San Juan”. En la celebración por los 50 años desde su casamiento, Olivera y Ravasi bailaron, cantaron y fueron agasajados por sus hijos, que tocaron la zamba “Las nueve ramas”. Allí se destacó el más conocido de ellos: el cura Javier Ravasi, cercano a Agustín Laje y Victoria Villarruel, un influencer que ha compartido en redes sociales la foto de un rosario confeccionado con balas y un video en el que le sugiere a un grupo de niños usar armas.

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Cecilia Pando, una de las figuras más conocidas entre los militantes por la liberación de represores, fue una invitada destacada de la fiesta. Junto a su marido, el mayor retirado Pedro Mercado, se sacó una foto junto a Palito Ortega. “Hermoso momento compartido con un grande. Sus canciones marcaron una etapa muy linda de mi vida, a pesar de mi corta edad. Escucharlo cantar nuevamente me hizo acordar a aquellas tardes en las que nos juntábamos con mi mamá, abuela y hermanas a ver sus películas y escuchar sus canciones. Canciones alegres que hablaban de Dios, de la madre, de la felicidad, del amor, letras sanas que tanto cuesta encontrar hoy en día”, publicó Pando en su Facebook.

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Cecilia Pando también se fotografió junto a su marido y Palito Ortega y dijo: "Hermoso momento compartido con un grande"

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Vega y Maldonado señalaron que la fiesta “genera conmoción social y desnaturaliza el sentido de la pena, particularmente cuando se está frente a una persona múltiplemente condenada a prisión perpetua por gravísimos crímenes calificados como delitos de lesa humanidad”. En ese sentido, remarcaron que el evento tornaría “abstracta” la finalidad del beneficio de la prisión domiciliaria, otorgado por la Cámara Federal de Casación Penal, que debe responder a razones “estrictamente humanitarias”. La decisión la adoptaron los jueces Juan Carlos Gemignani y Eduardo Riggi, en consideración de que Olivera ya tenía más de 70 años.

En ese sentido, los fiscales remarcaron que se trata de “una persona que en dos oportunidades evadió el sistema de administración de justicia, mostrando un desprecio manifiesto por la debida sujeción al proceso”. El 25 de julio de 2013, Olivera, ya condenado, se fugó del Hospital Militar porteño junto a Gustavo Ramón De Marchi. Las tareas investigativas dieron en enero de 2017 con el paradero de Olivera, quien se hallaba en la ciudad de San Isidro. Ya con domiciliaria, presentó un certificado médico trucho para salir de su casa, por lo que el tribunal solicitó que se le revoque el beneficio, pero Casación insistió en mantener la domiciliaria para el represor.

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Asimismo, entre los casos de los que Olivera fue hallado culpable se destaca el del secuestro y desaparición de la modelo y militante de Montoneros, Marie Anne Erize, en 1976. Sobrevivientes de la dictadura relataron que también se jactaba de haberla violado. Por ello, en el 2000 lo detuvieron en Italia, en un viaje que realizó con su esposa por su aniversario número 25, pero se escapó presentando un certificado de defunción falso de la joven de 24 años. Recién fue capturado en el 2008 en Vicente López.

Entre los eventos destacados de su vida, también está haber sido beneficiado de las leyes de Punto Final, Obediencia Debida y de los indultos dictados por el presidente Carlos Saúl Menem; participar en el Movimiento de Dignidad Nacional, cuyo principal referente fue Aldo Rico, de quien era amigo y con quien participó en las rebeliones carapintadas; y ser abogado defensor de Emilio Massera y de Erich Priebke, capitán nazi radicado en San Carlos de Bariloche.

 

ML / ED