El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Insulza, criticó hoy el "tono belicista" que el Reino Unido ha dado a la escalada diplomática con Argentina por las Islas Malvinas, y respaldó la postura del Gobierno de resolver el diferendo por la vía diplomática.
En un comunicado de prensa que el organismo dio a conocer este mediodía en su sitio en Internet, Insulza remarcó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner "ha recurrido al único instrumento válido para quienes creen en la paz y en la democracia: el dialogo pacífico; y en esa perspectiva, ella cuenta con el respaldo de toda nuestra región". "Argentina se encuentra en los últimos lugares en gastos de defensa en nuestra región y ese sólo dato habla a las claras de la vocación de paz de los argentinos", recordó.
Insulza advirtió entonces de la "peligrosidad" del envío de naves de guerra al Atlántico Sur, como dispuso Londres la semana pasada, y puso énfasis en "el contrasentido de poner tono belicista a un conflicto con un país que en los últimos años ha expresado su voluntad de paz y no ha dado ninguna señal de querer cambiar esa política".
"En perfecta identidad con este planteamiento, año a año la Asamblea General de la OEA reitera la vigencia de la resolución adoptada por consenso el 19 de noviembre de 1988, que pide 'a los gobiernos de la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que reanuden las negociaciones a fin de encontrar, a la brevedad posible, una solución pacífica a la disputa de soberanía'", añadió.
El máximo representante de la OEA destacó además la decisión de repudiar "la militarización del Atlántico Sur" expresada por la Presidenta el martes pasado, y que, según se preveía, sería denunciada hoy ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por el canciller Héctor Timerman.
Sobre la determinación de los países del Mercosur de negarse a recibir barcos con bandera de las Islas, Insulza subrayó su "total coincidencia" con la decisión y señaló que "Gran Bretaña no debería tratar de forzar el ingreso a los puertos de América Latina y el Caribe de una bandera no reconocida por la comunidad internacional".