“Hay que mantener férreo el gobierno hasta el final”. La frase de un miembro del gabinete es de las pocas cosas que hoy es unánime dentro de las filas de Juntos por el Cambio. A partir de allí, empiezan las divisiones entre moderados y duros, entre negociadores y cultores del “vamos por todo”, entre los que hacen eje en “la responsabilidad” y los que piden “audacia”. Nada nuevo en la política, acostumbrada a dividir los grupos entre halcones y palomas, sobre todo cuando la crisis política acecha y genera un cimbronazo para el que nadie está preparado.
“Solo hay que conocer las personalidades de cada uno para saber cómo iban a reaccionar”, asegura un funcionario en Casa Rosada. El clima allí fue mutando en el transcurso de la semana, siguiendo los pasos típicos de un duelo: tristeza, bronca, resignación y aceptación. Quienes transitaron esos pasillos todos los días reconocen que para el fin de la semana la situación ya había mejorado. La reunión de gabinete ampliado del jueves en el CCK sirvió como un inflador espiritual para el clima derrotista. Sin embargo, las diferencias se mantienen.
La discusión, sobre todo, gira en torno a cuál es la prioridad: ¿hacer todo lo posible para dar la pelea en octubre o dedicarse a entregar el poder en tiempo y forma con la situación económica y social lo más ordenadas posible? “Nos quieren llevar a la derrota anticipada”, se enojan algunos dirigentes. “¿Vamos a ir a la hegemonía del PJ, están locos? Ya la vivimos. Hay que ser responsables, claro, pero no doblegarse”, detalla un funcionario.
La línea dura quedó expuesta primero por un chat interno, que difundió Clarín que se le adjudica a Hernán Lombardi. Allí decía que “van a querer canjearnos gobernabilidad por rendición” y “quieren vernos salir vomitando sangre”. Elisa Carrió y Miguel Pichetto también tomaron esa batuta, sobre todo para hacer hincapié en la necesidad de dar la pelea en octubre. “Aplican el manual de decisión política”, analiza un dirigente de Cambiemos
Los más moderados, en tanto, plantean la necesidad de priorizar la gobernabilidad. El fantasma de una salida anticipada se coló en más de una conversación. “Primero tenemos que consolidar el dólar y la gobernabilidad, que todos, adentro y afuera, se convenzan de que llegamos a diciembre”, razona otro funcionario, que se incluye entre los moderados. Rogelio Frigerio es mencionado por todos como el abanderado de ese grupo. Cerca suyo prefieren aclarar que está “en los dos grupos”. “Primero cuidar la gobernabilidad y la institucionalidad. Y hacer lo posible para llegar al ballottage. Todo sin descuidar que Macri tiene que terminar su mandato”, explican.
“Estamos jugando al fleje”, resume una voz en la Rosada. Unos creen que es la única forma de ganar o, por lo menos, llegar con fuerzas a octubre. Otros temen que la pelota termine picando afuera.