La comisaría del Polo Industrial de Pilar, donde Alcides Díaz Gorgonio, permanece detenido desde el 23 de julio pasado –tres días después del robo en la casa de Massa– tiene ocho calabozos.
Cuatro de ellos están ocupados por personal proveniente de alguna fuerza de seguridad nacional, como el prefecto acusado de robar en la propiedad del intendente de Tigre: “Acá los colchones no son dobles como en un hotel, pero por lo menos tiene baño”, describen en el destacamento, donde prohibieron a PERFIL hablar con el detenido, por orden de la propia Policía Bonaerense. No argumentaron restricciones judiciales.
Gorgonio sólo puede tener visitas los miércoles y de hecho, hasta ahora, apenas tuvo contacto con su abogado y una de sus hijas. En estos 18 días de arresto tuvo buen comportamiento, pero está incomunicado desde entonces, algo que llama la atención incluso entre los efectivos de la comisaría.
Uno de ellos se mostró sorprendido porque un acusado de robo agravado –en la provincia– permanezca durante tantos días privado de su libertad.
Dos funcionarios del gobierno nacional se mostraron con muchas dudas con respecto al caso, sobre todo tras la “instalación” desde la intendencia de Tigre de que el espisodio no fue algo “al voleo”.
Recordaron que en el mismo día que sucedió, Massa llamó en forma personal al secretario de Seguridad, Sergio Berni, y le pidió que nada del episodio trascienda, para no desencadenar especulaciones políticas.
En dos despachos de La Casa Rosada acusan al intendente no sólo de haber montado un show con el video que cedió a los medios, sino de haber hecho circular imágenes que, técnicamente, no coinciden con la verdadera situación del momento en que se cometió el delito. “Nunca se le ve la cara a Gorgonio en los videos dentro de la casa, ¿cómo saben que es él, si ni siquiera se hizo una rueda de reconocimiento?”, se quejaron.
Esta semana, en la misma línea, el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, cuestionó la investigación del fiscal a cargo de la causa, Mariano Magaz, pidió que sea apartado por falencias en la investigación, como no llamar a declarar a la guardia del country o las condiciones en las que se tomaron pruebas en la casa de Massa. Ambas acusaciones son negadas por fuentes de la fiscalía.
En silencio, el gobierno nacional prepara una jugada para los días posteriores a las PASO. Trabajan en un minucioso informe con serias “inconsistencias” que detectaron en la causa. Es que, esta vez, el enojo contra el intendente de Tigre llegó hasta la más alta esfera del poder K.
