Después de 8 años de acefalía, el puesto de Defensor del Pueblo de la Nación está próximo a tener nuevo dueño. La Comisión Bicameral de la Defensoría del Pueblo definió hoy la terna de candidatos: Humberto Roggero, Jorge Sarghini y Alejandro Amor. Entre ellos, y seguramente antes de fin de año, estará el nuevo ombudsman. Aunque todavía están abiertas las negociaciones políticas y nadie tiene el número garantizado.
Originalmente, había 20 nombres postulados para el cargo. Los diputados y senadores de la comisión, luego de intensas negociaciones (generalmente hechas entre dirigentes que no forman parte de esa comisión), llegaron a un acuerdo político. Roggero viene con el apoyo del peronismo no kirchnerista. Su nombre fue propuesto por Miguel Pichetto y también por el sanjuanino Roberto Basualdo, senador del peronismo federal pero que en las últimas elecciones representó a Cambiemos. Sarghini, en cambio, fue propuesto por el massismo, aunque ahora también tiene el apoyo de Cambiemos. Amor, por su parte, es actualmente Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Lo postuló Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador de Salta. Cerca de Amor reconocen que corre en desventaja, pero consideran que puede ser un “tapado” que de la sorpresa. Mientras tanto, estuvo manteniendo conversaciones con gobernadores del peronismo.
El cargo de Defensor del Pueblo viene siendo prenda de negociación desde el año pasado. En un Congreso donde nadie tiene mayoría propia, todos los cargos a designar son motivo de negociación. El de Defensor del Pueblo es uno de los que siempre sonó con fuerza, y el nombre de Roggero estuvo ahí desde un principio.
“No sólo llegamos al consenso con las principales fuerzas políticas de la Argentina, sino que estamos cumpliendo a rajatabla la normativa vigente por lo que me comprometo a tomar los pedidos de mayor participación popular para idear un mejor mecanismo de designación a futuro”, aseguró la senadora del PRO Marta Varela, presidenta de la comisión. Es que la decisión no estuvo exenta de críticas, no sólo del kirchnerismo (impulsaba los nombres de Remo Carlotto, María José Lubertino y Liliana Negre de Alonso), sino también de organizaciones de la sociedad civil que reclamaban una mayor participación popular en la designación del defensor.
La agenda de designación continuará el próxima martes, cuando los tres nominados deberán presentarse ante la comisión bicameral para dar a conocer sus propuestas. Al día siguiente, el Senado elegirá a uno de ellos. Se necesita dos tercios de los presentes y se puede votar todas las veces que sea necesario hasta alcanzar esa mayoría especial. Después de la primera votación, según establece la ley, la votación se realiza entre los dos que más votos recibieron.
Paso seguido, el nombre elegido por el Senado pasa a consideración de la Cámara de Diputados, donde también se debe conseguir los dos tercios de los presentes, para así ratificar la decisión del Senado.
El nuevo defensor del pueblo tendrá un mandato de cinco años y podrá ser reelecto una sola vez más, siguiendo el mismo mecanismo de selección establecido por ley. Las negociaciones seguirán hasta la semana que viene. Nadie quiere dar el brazo a torcer, pero tampoco nadie puede garantizar la mayoría especial que se necesita.
