El ministro de Defensa Agustín Rossi se convirtió en el segundo dirigente kirchnerista en sumarse al “baño de humildad” que pidió la Presidenta y se bajó de la interna presidencial del Frente Para la Victoria, dos días después de que hiciera lo propio el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri.
“He entendido que sus palabras estaban destinadas a la totalidad de nuestro espacio político y su reflexión tenía varios sentidos”, empezó Rossi, en referencia al discurso de Cristina Fernández de Kirchner en el que pidió menos candidatos.
El ministro recordó el mensaje de la mandataria y calificó de “ADN de nuestra fuerza política” la sentencia presidencial de que “los precandidatos tienen que llegar de la mano del pueblo y no de los poderosos”.
“Yo siempre entendí a la política como una construcción colectiva, ese mensaje fue hecho para toda la dirigencia pero más que nada para los dirigentes que más responsabilidades tenemos”, analizó. Por eso, sostuvo, “la Presidenta ha pedido una reflexión colectiva y he entendido que mi aporte es retirar mi precandidatura”.
De esa forma, el ministro de Defensa se convirtió en la nueva ficha del dominó kirchnerista que se baja de las PASO tras el pedido de la mandataria. Antes, Urribarri argumentó que “nunca sería un obstáculo” para su partido. El director de ANSES, Diego Bossio, siguió sus pasos y declinó sus aspiraciones en la Provincia de Buenos Aires.
El anuncio llegó el mismo día que el Ejecutivo nacional decidió migrar la Cámara Nacional Electoral de la órbita del ministerio del Interior a la cartera que conduce Julio Alak, de Justicia y Derechos Humanos. La medida significa un importante guiño de la Presidenta hacia la candidatura de Florencio Randazzo.
Los otros dos aspirantes oficialistas que continuan en la carrera por llegar al sillón de Rivadavia son el gobernador Daniel Scioli y el excanciller Jorge Taiana.