La Comisión de Energía y Combustibles de Diputados recibirá el próximo martes a la secretaria de Energía Flavia Royón, encargada de brindar detalles sobre el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo para avanzar con el programa de promoción del Gas Natural Licuado (GNL).
La presencia de Royón tiene que ver con un reclamo que realizó la oposición el último martes, cuando concurrió a una reunión previa el presidente de YPF Pablo González para profundizar en los aspectos técnicos de la iniciativa que tiene como objetivo en el mediano plazo la exportación de gas y la llegada de dólares al país.
La polémica surgió a partir de un planteo de la diputada de la UCR de Mendoza Pamela Verasay, que luego fue abonada por colegas de su espacio. “No recuerdo que haya venido una empresa a presentar un proyecto del Ejecutivo, y hoy en vez de estar discutiendo política pública en materia de energía, explicado por el Ejecutivo, estamos discutiendo negocios puntuales y ya no estamos hablando de un régimen de promoción para el GNL, sino el financiamiento de un proyecto de YPF con Petronas”.
Las dudas de la oposición tienen parte de su fundamento en el interés manifiesto por parte del cristinismo en el avance del acuerdo de YPF, dirigida por uno de los hombres más cercanos a Máximo Kirchner, con la empresa malaya Petronas para instalar una planta de licuefacción en Bahía Blanca. Precisamente Cristina Kirchner recibió en septiembre del año pasado en su despacho al embajador de Malasia en Argentina junto a Pablo González para darle impulso al proyecto que recién ahora se comienza a tratar en Diputados.
Es por eso que se cursó la invitación a la funcionaria del ministerio que comanda Sergio Massa, quien ya había demostrado ante el Congreso su particular interés para el avance del debate del proyecto.
En la reunión de comisión, Pablo González precisó que “si nosotros dividimos el horizonte de reservas que tiene nuestro país, a este nivel de consumo, tendríamos reservas para unos 170 años en un horizonte de transición energético, el desafío es monetizar esa reserva de gas, ver la forma de abastecer el mercado interno y exportar los saldos exportables a través del GNL”.