El filósofo y ensayista Santiago Kovadloff analizó duramente la situación política de una Argentina que ve dividida entre “vida y muerte” y asegura que al gobierno del Frente de Todos utilizó la pandemia y la cuarentena por el coronavirus para “deteriorar el valor de la Constitución Nacional”. “El presidente, con su política sanitarista, se ha polarizado con el Brasil, donde no importan los muertos. En la Argentina al Gobierno parecen no importarle los vivos”, aseguró Kovadloff, uno de los firmantes de la carta en la que 300 investigadores e intelectuales aseguraron que la Argentina ahora es gobernada por una “infectadura”.
Entrevistado por Luis Majul (ver video), Kovadloff afirmó que en el gobierno existe un “grado de ambigüedad patológica, que permite entender que se dice ‘ni’ y no ‘esto o aquello’, sino ‘ni’, que enferma a la democracia verdadera y republicana, que descansa sobre la posibilidad del intercambio de ideas”. “Cuando no se las tiene, cuando lo único que se aspira es hacer de la palabra una herramienta perversa y oportunista de las circunstancias, me parece que se está deteriorando el valor de la Constitución Nacional”, agregó.
Kovadloff afirma que “la política que se sigue desde el punto de vista de la ideología del poder, es una política que apunta fundamentalmente al maniqueísmo. Si el gobierno es la vida y quienes no coincidimos somo la muerte, no queda más remedio que estar del lado de la vida y convertirnos en muerte. Irrelevancia, intrascendencia, inmoralidad y perversión. ¿Ese es un diagnóstico democrático? No. Ese es un diagnóstico totalitario porque rehúye la posibilidad del debate”.
El filósofo apuntó a que el presidente Alberto Fernández “con su política sanitarista, se ha polarizado con el Brasil, donde no importan los muertos”. “En la Argentina al Gobierno parecen no importarle los vivos, que son muchos más que aquellos cuya existencia debe ser preservada por el cuidado sanitario”, analizó. “Es la vida entendida como la recuperación de la dignidad laboral, de las instituciones de la república, del debate abierto y frontal sobre las ideas, del papel de la ley que no se subordina al poder. Lo patológico es enfermar la democracia, entendida como pluralismo. Por ese motivo, mi visión de lo que está sucediendo es dramática”, puntualizó.
Kovadloff analizó que con la extensa cuarentena el gobierno es “evidente un proceso de perversión y ocultamiento de los hechos que queremos hacer evidentes”. “Si no hay acuerdo sobre lo que entendemos por hechos, si lo que ocurre no es verdad, o como hubiera dicho Pepe Eliaschev, si no sucede lo que pasa, ahí está la perversión: en la negación de lo que sucede y en el encubrimiento de la criminalidad”, concluyó.
DS