Daniel Scioli utilizó ayer su tradicional estilo publicitario para responderle a los dirigentes del Gobierno nacional que le exigen una defensa más enfática de Cristina Fernández. Dijo que ante “los ataques” va a contestar “atacando los problemas reales de la gente”.
En forma paralela, su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, aseguró que Scioli gobierna “con la certeza del 55% de los votos que nos dieron” y recordó que “puso la cara” junto al kirchnerismo en todas las elecciones precedentes: “Ahí se ven los pingos”, planteó.
“Algunos dirán que es tibio, pero nosotros creemos que es caliente, para que la Provincia esté mejor y no para que Scioli esté mejor”, retrucó Pérez.
Cristina Kirchner inauguró las críticas al gobernador cuando, sin nombrarlo, se quejó de los dirigentes que buscan “quedar bien con todos”. Luego siguió una andanada que sumó, entre otros, a la jefa del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, Julia Di Tullio, del senador por la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández, y especialmente del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien refiriéndose al gobernador echó mano a una cita bíblica: “A los tibios los vomita Dios”.
Desde el entorno de Scioli buscaron aprovechar la polémica para volver a ubicar al gobernador en la disputa por la carrera presidencial. En ese sentido, el ex presidente provisional del Senado, José Pampuro, dijo que se trata de “condicionar” una eventual candidatura presidencial en 2015 y “eligieron el peor camino”.