Apenas llegó, el candidato a presidente Daniel Scioli se instaló en un apartado VIP del Luna Park, donde el Frente para la Victoria montó su comando de campaña a la espera de los resultados electorales. Allí lo recibieron con los resultados de las encuestas de boca de urna, que encargó el oficialismo, según los cuales Scioli superaría por más de 10 puntos a Mauricio Macri, y los colaboradores le aseguraron que se había logrado una buena elección en el norte del país, e incluso en distritos más complicados como Mendoza y Santa Fe.
Los resultados que le comentaron a Scioli, ninguno con el valor de los números definitivos, lo pusieron de buen humor y hasta bromeó ante PERFIL: “Espero que los resultados lleguen temprano, porque mañana tengo que trabajar”, dijo.
Tras su paso por el VIP, Scioli supervisó los datos y los discursos a un costado del escenario, mientras le acercaban su postre favorito: la pastafrola. Lo rodeaban funcionarios nacionales como el ministro de Economía, Axel Kicillof; el titular de la ANSES, Diego Bossio; legisladores como Juan Manuel Abal Medina; gremialistas como Antonio Caló, su esposa, Karina Rabolini, entre otros.
“Se siente, se siente, Scioli presidente”, coreaban los militantes, cuando el candidato recibió el llamado del gobernador del Chaco, Jorge Capitanich.El chaqueño le aseguró que en su provincia el Frente para la Victoria rondaba el 55 por ciento y, para congraciarse, le comentó que en las tres ciudades que había visitado Karina Rabolini se había superado el 90 por ciento.