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Cómo fue la odisea de Patricia Bullrich en Aguas Blancas

La Ministra de Seguridad debió internarse en el monte y dejar la ciudad en helicóptero.

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Bullrich internada en el monte salteño para escapar de las piedras. | Ministerio de la Nación/Sergio Koltan

“Somos un territorio hostil para la comisión de delitos”. Así había cerrado su discurso el Gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, en el galpón del Escuadrón de Aguas Blancas de Gendamería. Fue en el acto de presentación, que compartió junto a Patricia Bullrich, del nuevo régimen simplificado de importación para la zona de frontera. El sistema busca formalizar una actividad tradicionalmente irregular en los pasos clandestinos entre Argentina y Bolivia.

Minutos más tarde, y a unos 800 metros del escuadrón, unos doscientos bagayeros y gomeros atacarían a piedrazos a la comitiva oficial. Al parecer, las personas que se sienten afectadas se organizaron para demostrar que el territorio también es hostil al nuevo sistema. Ocurrió luego de que la ministra de Seguridad visitará las mejoras instalaciones del ahora “Paso Internacional Puerto Chalanas”, ubicado en Aguas Blancas.

La funcionaria nacional y el mandatario provincial llegaron a los márgenes del Río Bermejo, donde los mosquitos son inclementes, custodiados por Gendarmería. Bullrich charló con los agentes de AFIP y Migraciones, saludó a gendarmes, dio entrevistas y habló con algunos comerciantes, por unos 20 minutos.

Cuando se disponía a dejar la ciudad, comenzaron los disturbios. Comerciantes dedicados al “bagayeo”, que la esperaban en la entrada de la ciudad norteña se impacientaron, dicen, porque la ministra no los recibió y comenzaron a atacar a la comitiva. Apedrearon un auto en el que viajaba personal de la AFIP.

La custodia de Bullrich decidió, entonces, que podría ser peligroso para la funcionaria pasar por ese lugar. La bajaron del vehículo oficial y un alférez de Gendarmería les indicó el camino de regreso al escuadrón a pie por el monte. Poco después, la ministra abordó, sonriente y con el dedo pulgar en alto, el mismo helicóptero que la había trasladado al lugar.

“Esto es la muerte para nosotros”, había explicado una de las comerciantes a PERFIL en el lugar. Los bagayeros, bolivianos y argentinos, consideran que la medida elaborada por el Gobierno argentino podría dejarlos sin trabajo.

La actividad comienza a la madrugada, cuando los comerciantes preparan los paquetes del lado boliviano. Luego, por 20 pesos en botes o en sus propios “gomones” (balsas construidas con maderas sobre cubiertas de camión) pasan hacia el otro lado. Aseguran que no pueden pagar los impuestos porque son de bajos recursos y que los estados de ambos países no les ofrecen una salida alternativa. El flujo de personas que pasa de un lado a otro de forma irregular es permanente.

Quiénes son los bagayeros que apedrearon a Patricia Bullrich

“Hay un grado de aceptibilidad frente a la situación de delito transnacional”, aseguró Bullrich en su discurso en el escuadrón. “Esto es un paso histórico. Nos parecía imposible pero no puede haber zonas donde ilegalidad se haga costumbre”, agregó la jefa de la cartera de Seguridad. “Se termina confundiendo a los mercaderes de la muerte (por los narcos) con las personas que son microemprendedoras”, consideró Urtubey.

“Esto es un paso histórico. Nos parecía imposible pero no puede haber zonas donde ilegalidad se haga costumbre”, agregó Patricia Bullrich

El acuerdo fue ideado por Bullrich, en consonancia con el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, la Dirección Nacional de Aduanas, la Administración Federal de Ingresos Públicos, la Dirección Nacional de Migraciones, el Gobierno de la provincia de Salta y se invitó a los municipios de San Ramón de la Nueva Orán y Aguas Blancas. La iniciativa busca darle un cierre a una situación irregular que propicia una vía de acceso al contrabando y al narcotráfico.

Pese a la resistencia, el Gobierno planea fortalecer los controles migratorios e implementar el mismo sistema en otros puntos fronterizos -como La Quiaca, Salvador Mazza, Posadas y Puerto Iguazú-, donde la informalidad laboral es regla. En esos lugares, también implementan programas de vigilancia estratégicos para detectar bandas de criminalidad organizada. “Controlar las fronteras de forma inteligente”, resume Bullrich.

“Controlar las fronteras de forma inteligente”, resume Bullrich.

La Gendarmería, a cargo de Gerardo Otero, será la fuerza encargada de hacer cumplir la nueva reglamentación. Una tarea que no será nada sencilla.

De qué se trata. El acuerdo modifica la regulación del sistema de importación en la zona de frontera, y permite a los residentes de Orán y Aguas Blancas (que comercializan mercadería en pequeña escala) que se constituyan como importadores amparados legalmente y reconocidos por el Estado Nacional. Ahora, los importadores que crucen mercadería del país limítrofe por los Pasos Internacionales Puerto Chalanas y Aguas Blancas podrán realizar una operación diaria con un tope de U$S 500 dólares en mercadería (textiles y calzados nuevos) y 24 operaciones mensuales, abonando los derechos de importación. Asimismo, deberán inscribir la nómina de los transportistas autorizados a cruzar la mercadería por esos Pasos.

Los requisitos para adherir al nuevo régimen simplificado se encuentran publicados en la web de AFIP. Cabe mencionar que la inscripción al mismo es sin intermediarios y el plazo de inscripción es hasta el 15 de abril de 2019.

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Orán y Aguas Blancas, el corazón del narcotráfico

La llegada al escuadrón ya había sido dificultosa. El calor y la humedad del lunes 1 de abril en esa zona de frontera fue denso y se tornó agobiante dentro del camión de Gendarmería que trasladaba a parte de la comitiva del Ministerio de Seguridad de la Nación -entre ellos, a los funcionarios Gerardo Milman, Martín Verrier y Alberto Föhrig- hacia Aguas Blancas, en Orán, el corazón del narcotráfico en Argentina.

Fueron tres horas de viaje, desde el aeropuerto de San Salvador de Jujuy hacia el último escuadrón de Gendarmería Nacional, sobre las ruta 34, primero, y la ruta 50, después. Rodeadas de robustas malezas, son las carreteras predilectas por las organizaciones narcocriminales para “bajar” la cocaína proveniente de Bolivia.

Según pudo saber PERFIL, debido a mayores controles de Gendarmería y la aplicación de inteligencia en las investigaciones de los últimos años, las bandas se vieron obligadas a usar vías alternativas para el contrabando: “el tráfico hormiga”. “Este lugar es como un techo con goteras”, ilustra un investigador.

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De ahí, se hizo cada vez menos frecuente encontrar camiones cargados con cocaína -una metodología utilizada por el capo narco José Luis Cejas Rosales bajo el amparo del condenado ex juez federal de Orán Raúl Reynoso, detenido tras una extensa investigación conjunta entre el juez Julio Bavio, el fiscal Eduardo Villalba y la Procunar, a cargo de Diego Iglesias.

En cambio, los gendarmes comenzaron a detener a “mochileros”, quienes se adentran por el monte con bolsos en la espalda, enfrentando condiciones climáticas extremas y una zona compleja para la caminata. También, atraparon a motociclistas que se trasladan por senderos ocultos por la vegetación con paquetes con pocos kilos de droga, que suelen abandonar si son descubiertos.

La fuerza de seguridad federal se topa, a la vez, con la más variables formas de ocultar cocaína en vehículos pequeños. La semana pasada, efectivos apostados en el control de la Ruta 34, encontraron más de 52 kilos de la sustancia blanca en un doble fondo del techo de una Renault Kangoo, a la altura de la localidad de Aguaray.

Y no es todo. Hay casas, con terrenos lindantes al país limítrofe también pueden ser utilizadas como vía de ingreso, así también los bagayeros que cruzan diariamente por los pasos clandestinos del Río Bermejo. Si bien la mayor cantidad de contrabando que se detecta en la frontera, a través de bagayeros y gomeros) es de textiles, bazar y juguetería (en ese orden) -que tienen como destino La Salada, la calle Avellaneda en la Ciudad de Buenos Aires y las “saladitas” del conurbano bonaerense- entre las personas dedicadas a este tipo de actividad ilegal, pasan camuflados paquetes de cocaína.

Los pasos ilegales de Puerto Chalanas se convierten, entonces, en zonas conflictivas para Gendarmería. A medida que se alejan del paso legal, donde la mercadería ingresada es controlada por agentes de la AFIP y Migraciones, el peligro es mayor. A la vera del Río Bermejo, que divide Argentina de Bolivia, suelen tener enfrentamientos con bagayeros y gomeros.

“Por esta zona -a pocos metros de las instalaciones re inauguradas por Bullrich y Urtubey- nos tiran piedras. En lugares más alejados, están armados”, relata uno de los gendarmes que vigila la frontera, también elegida por la mafia china para el tráfico de personas y cada vez más residentes de nacionalidad colombiana dedicados a los créditos por goteo. No descartan, quienes investigan a estos grupos, que también se dediquen al tráfico de drogas.

C.D./F.F.