Donald Trump, Xi Jinping y Angela Merkel, en ese orden. Esas son las tres prioridades que Mauricio Macri debería tener para afianzar las relaciones exteriores si siguiera el consejo de los argentinos. Así surge de un estudio que realizaron Poliarquía y el Wilson Center que reflejó, entre otras cosas, que la grieta también está inmersa en la visión de los entrevistados a la hora de demostrar sus preferencias en materia de política exterior.
La pregunta era: ¿Si Macri pudiera reunirse solamente con tres mandatarios extranjeros, a quienes le recomendaría recibir? El 39% eligió al estadounidense y el 37% al chino. Con el primero Macri desayunó el viernes, con el segundo se verá hoy en la Quinta de Olivos. La alemana Merkel quedó cerca también, con el 34% de las menciones. Y también estuvo entre las privilegiadas: su vuelo tuvo inconvenientes y por eso no pudieron juntarse el viernes por la mañana, pero finalmente concretaron un breve encuentro ayer.
Más detrás quedaron el electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, con el 23% (en algún momento se especuló que vendría junto a Michel Temer); el japonés, Shinzo Abe (19%); Vladimir Putin, de Rusia (11%); y Emmanuel Macron, de Francia (5%).
Estas definiciones chocan con la visión que los entrevistados tienen de cada país. Los dos más valorados son Alemania y Japón, con el 81% y el 80% de imagen positiva, respectivamente. Y tienen apenas 8% de negativa. En el margen opuesto están Estados Unidos y Brasil, uno con 36% de imagen mala o muy mala, y el otro con 42%. La positiva llega a 60% en el caso de Estados Unidos y a 54% en el de Brasil.
Lo curioso es que en estos dos casos queda claro cómo las posiciones cambian según el alineamiento político local. Es decir, la grieta también se mete para analizar la imagen de Estados Unidos y Brasil. Mientras el 75% de los partidarios de Macri tienen una evaluación positiva del país del Norte, ese número baja a 52% entre los opositores. En el caso del país vecino, esos números van de 65% a 48%.
Grieta. La grieta también repercute a la hora de analizar los eventuales beneficios que organizar la cumbre del G20 podría tener para la Argentina. La misma cantidad de gente (47%) dice que va a beneficiar mucho o bastante, que poco o nada. Entre los macristas, el 81% considera que va a ser beneficioso mientras que entre sus detractores el 64% cree que no va a ser de utilidad para el futuro del país.
Por otra parte, al consultar sobre cuál debería ser el objetivo de la cumbre, la mayoría (38%) contesta que para conseguir mayores inversiones en el país. Más relegados quedan: establecer políticas conjuntas entre los países (18%), mejorar la imagen de Argentina en el mundo (14%) y que el país se posicione como un actor más influyente (13%).