En el marco de la crisis económica agravada por la pandemia de coronavirus, el historiador Sergio Berensztein analizó la situación del país y opinó que para salir de la debacle hace falta pensar en grande, sumado a que no sirven medidas chicas como controlar los precios de las góndolas.
En un contexto de inflación, creciente pobreza e incertidumbre económica, Sergio Berensztein hizo un análisis de la situación del país, cuya crisis económica ha sido potenciada por la pandemia del coronavirus pero no es la única causa, sino que se trata de un problema estructural de larga data.
“Es un país que en los últimos 50 años destruyó capacidad de movilidad ascendente”, opinó el doctor en Ciencias Políticas en diálogo con María Laura Santillán en CNN Radio.
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El historiador opinó que Argentina acarrea un problema estructural de pobreza que se reproduce desde hace décadas asociado a la falta de creación de empleo privado y que no ha sido solucionado ni con las políticas de transferencias directas como los subsidios. Pese a que “hay un récord de inversión en políticas de contención social”, la pobreza fue aumentando sostenidamente y no se solucionó el problema de fondo, considerado como "estructural".
“Es un país que en los últimos 50 años destruyó capacidad de movilidad ascendente", sentenció el historiador, y afirmó que las crisis económicas del país generaron mayor pobreza, sumado a la problemática de la inmigración atraída hacia la periferia de las grandes ciudades por la oferta de servicios públicos como hospitales y escuelas, sobre todo de jóvenes.
Nacen mucho más chicos en esa clase social baja que en la clase media, media-alta”, opinó Berensztein.
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A su vez, el pensador reflexionó acerca del impacto de la pandemia en la situación ya crítica del país.
“La pandemia nos puso en una situación desesperante. Hay un récord de inversión en políticas de contención social que generaron un enorme gasto público pero también inequidad ya que no todos los ciudadanos reciben la misma ayuda en las mismas condiciones”, dijo Berensztein, quien resaltó la crisis fiscal derivada del "enorme gasto público" y la "disminución de la cultura del trabajo" como factores determinantes de la crisis actual, sumados a la falta de creación de empleo privado genuino.
El empleo no es una garantía para evitar la pobreza en la Argentina
Para concluir, Berensztein consideró que para salir de la decadencia primero es necesario reconocer el problema y segundo comprender que en el mundo la única forma real sustentable de generar riqueza es con el sector privado, que debe ser regulado por el Estado para evitar excesos.
“El motor de crecimiento y desarrollo es el mercado. Hay que facilitar las reglas a las Pymes y a los privados, sobre todo a los jóvenes emprendedores que quieren innovar", puntualizó.
