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Siete universidades más nacidas al calor del interés político

El kirchnerismo inauguró nueve desde que llegó al poder. Hay reparto de cargos políticos y dudas sobre el nivel educativo. Polémica: ¿inclusión o clientelismo?

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El kirchnerismo se encamina a votar la creación de siete nuevas universidades nacionales, cuatro de las cuales se levantarán en el conurbano bonaerense. Así, se sumarían a las nueve que ya se crearon en la última década, que incluyen cinco en el Conurbano.
Defendidas desde la inclusión social que generan, las nuevas casas de estudios reciben severas críticas por tres aspectos: ser reductos políticos y presupuestarios de un referente político, tener todavía una baja calidad académica y maltratar a estudiantes de sectores opositores que intentan militar en el lugar.
El martes pasado, la Comisión de Educación de Diputados avanzó con los proyectos para crear universidades en Hurlingham, San Isidro, Almirante Brown, Ezeiza, San Vicente (Misiones), Rafaela (Santa Fe) y Merlo (San Luis). De ellos, solamente el de Rafaela recibió el visto bueno del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que por ley debe expedirse.
Gran parte de las universidades nuevas son criticadas por haberse transformado en lugares para repartir cargos políticos a dirigentes que no necesariamente son expertos en el área. En Merlo, el rector es Martín Othacehé, el hijo del intendente (Raúl). En Avellaneda conduce Jorge Calzoni, vice del PJ local y muy cercano al intendente Jorge Ferraresi. En Moreno, Mariano West puso a ex funcionarios, algunos incluso denunciados por irregularidades. En José C. Paz, Mauro Dovena (hijo de Dante, embajador en Uruguay) acompañaba a un rector K. Por irregularidades fueron reemplazados, pero los problemas internos continúan. En la Arturo Jauretche, de Florencio Varela, fue nombrado Ernesto Villanueva, compañero de Carlos Kunkel desde la época de Montoneros. El diputado K fue el firmante del proyecto y ahora sigue levantando las banderas universitarias, con las iniciativas en San Isidro y Almirante Brown. La de Hurlingham la impulsa Juan Zabaleta, mano derecha de Amado Boudou en el Senado y rival del intendente massista Luis Acuña.
El kirchnerismo no sólo asumió el liderazgo de las nuevas casas de estudio del Conurbano, sino que procura neutralizar todo intento de formación de agrupaciones opositoras. En Avellaneda, Moreno y José C. Paz, por lo menos, hay denuncias de estudiantes de que no les permiten instalar mesas de difusión o sobre diversas trabas para armar listas en las elecciones de claustros. En algunos casos se incluyen amenazas (presenciales o por internet) y presiones a los profesores que se solidarizan con ellos.
En muchos casos, la calidad académica sigue siendo un déficit. Lo común es que convivan profesores buenos con otros que son nombrados a dedo y sin concurso. El Movimiento Universitario Sur analizó, con una encuesta propia, que más del 60% de los alumnos dice recibir más ayuda de sus compañeros que de los docentes. En José C. Paz hay un fuerte conflicto porque el personal no concursado denuncia por irregularidades y favoritismos a la nueva conducción. Esta semana debió renunciar el secretario administrativo.
A las nuevas universidades se acercaron alumnos que de otra manera no hubiesen llegado a estudios superiores. Pero el propio Gobierno, desde la Secretaría de Políticas Universitarias, impulsó la creación de centros regionales en asociación con otras universidades. Así, se evita crear tantos cargos burocráticos y es más eficiente el manejo presupuestario.