POLITICA
a 40 años de la guerra

Soberanía dividida en el FdT: actos distintos de Alberto F y CFK

El Presidente hará un homenaje al mediodía y la Vicepresidenta por la tarde. Ninguno asistirá al acto del otro. Sergio Massa estará en los dos eventos, pero no quiere mediar.

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Última foto. Kirchner, Fernández y Massa no se juntan desde la asamblea del 1 de marzo. | Pablo Cuarterolo

Los 40 años del desembarco de las tropas argentinas en las Islas Malvinas no serán ajenos a la crisis interna que atraviesa hoy el oficialismo. El Frente de Todos recordará la guerra bajo el lema “Malvinas nos une” pero se mostrará dividido. Al mediodía, Alberto Fernández encabezará el acto oficial del Día del Veteranos y los Caídos. La Vicepresidenta fue invitada, pero hará su propio homenaje a los excombatientes por la tarde. El tercer socio de la alianza, Sergio Massa, estará en ambos eventos en busca de mostrarse ajeno a los conflictos políticos que atraviesa la fórmula presidencial que ganó en 2019.

El jefe de Estado presidirá a las 12 la ceremonia oficial que se llevará a cabo en el Museo Malvinas de la Ex ESMA. Allí se le entregará una condecoración a 15 excombatientes y se izará la bandera en simultáneo con las ciudades de Usuhaia, Resistencia, Rosario, Malvinas Argentinas, San Carlos de Bariloche y Salta.  Fueron invitados funcionarios y distintos dirigentes. También la Vicepresidenta y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Sólo el líder del Frente Renovador confirmó asistencia. La ex jefa de Estado no estará.

Horas más tarde, Cristina Kirchner y Massa se mostrarán juntos en otro acto. Los dos dirigentes homenajearán en el Congreso los excombatientes que trabajan en la cámara de Diputados y en el Senado. El Presidente no fue invitado a este acto ya que, según dijeron desde la organización, es para empleados del Poder Legislativo.

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Después de los incidentes el en despacho de la Vicepresidenta, Cristina Kirchner y Alberto Fernández no volvieron a cruzar mensajes. Semanas atrás, Fernández aseguró que las decisiones de Gobierno las toma él, pero inmediatamente comenzó a enviar señales de acercamiento y pedido de unidad. No tardó en repudiar a través de sus redes sociales los afiches en contra de su compañera de fórmula y el ataque a una estatua en Río Gallegos. Sin embargo, nunca llegó el repudio a las agresiones que sufrió CFK en sus oficinas del Senado por parte de un grupo de manifestantes que se oponían al proyecto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

La Vicepresidenta quiere un cambio de rumbo del gobierno, sobre todo en el área económica. Y quiere ser escuchada. En una de sus cartas reveló que sus reuniones con Fernández siempre fueron a pedido de ella. Incluso, está dispuesta a no ser ella quien se siente en una mesa de decisiones que pirde armar, pero sí enviará a sus emisarios. Quiere influir en las decisiones de la gestión de Fernández ya que su futuro depende de él y cree que así, las elecciones están perdidas. En su entorno recuerdan que meses antes de los comicios del año pasado, la ex jefa de Estado ya aseguraba que el Frente de Todos se encaminaba a una derrota. Pero en la Casa Rosada había optimismo. Desde el Senado dicen que hoy se da el mismo escenario.

Sergio Massa ya no quiere actuar como mediador, pero se muestra con ambos. Debe dar una imagen ajena a los conflictos internos. “Se tiene que presentar ocupado en resolver los problemas de la gente”, repiten en su entorno. La frase se repite en cada año electoral. Quizás el 2023 sea su momento. Sabe que por afuera del Frente de Todos no tiene posibilidades. “No puede hacer ningún movimiento más”, dice un asesor sobre la necesidad de mostrar coherencia política. También sabe que solo tiene chances si consigue la bendición de la Vicepresidenta. Habrá que esperar para saber si CFK está dispuesta a volver a señalar un candidato y esta vez, no quemarse.