El candidato a presidente del Frente Para la Victoria, Daniel Scioli, pasó de deber 45 mil pesos, en 2005, a tener una fortuna de $13,6 millones, con el paraíso de 13 mil metros cuadrados de Villa la Ñata presentado al módico valor de 200 mil dólares, una lancha de sólo mil pesos y una extraña sociedad comercial.
Son muchos los puntos oscuros que esconde su declaración jurada. Sin embargo, el gobernador bonaerense se garantizó la posibilidad de llegar al sillón de Rivadavia sin padecer dolores de cabeza por investigaciones judiciales: el juez platense Pablo Rafaele lo sobreseyó y el fiscal Jorge Paolini no apeló la medida, incluso sin solicitar pericias contables.
De esa forma, la investigación sobre el patrimonio de Scioli, que comprende su enriquecimiento desde 2007 a 2014, ya es considerado en la Justicia como “cosa juzgada” y el funcionario no podrá volver a ser condenado bajo la figura de enriquecimiento ilícito.
El expediente que absolvió a Scioli es un gran signo de interrogación: se sabe que se inició en abril de 2014, cuando el abogado Rafael Velischek presentó la denuncia; extrañamente Scioli declaró de manera espontánea; no necesitaron hacer pericias contables; al juez le alcanzó con esa declaración; el fiscal de primera instancia no apeló; el tema quedó cerrado y el juez se pidió licencia.
El denunciante Velischek también está vinculado al concejal platense Javier Pacharotti, uno de sus clientes, hombre histórico del kirchnerista Pablo Bruera. Al momento de que el abogado denunciara a Scioli, Pacharotti se encontraba en las filas del Frente Renovador. “Yo siempre supe que Pacharotti estaba con Bruera, incluso cuando decía que estaba con nosotros”, dijo a Perfil.com un importante armador massista.
Para distintos dirigentes de la oposición, todo se trató de una “maniobra judicial” orquestada por el ministro de Justicia bonaerense Ricardo Casal para que Scioli no sea investigado en un futuro por enriquecimiento ilícito.
El experito de la Corte Suprema de Justicia, Alfredo Popritkin, sostuvo que el “modus” utilizado por la Justicia para absolver a Scioli fue similar a las causa que investigaron el patrimonio de Néstor y Cristina Kirchner. “En este caso no hubo pericias contables, en el caso de (el juez Norberto) Oyarbide sí las solicitó pero no fueron tenidas en cuenta al momento de resolver”, contó.
En diálogo con Perfil.com, el titular de la ONG Contadores Forenses dijo que “lo más llamativo es que el juez se haya valido únicamente de la declaración de Scioli, cualquiera sabe que para absolver a un imputado hay que comprobar que su testimonio sea real”.
“Las posibilidades de volver a abrir esta investigación, por los menos en el período 2007-2014 son pocas, tienen que aparecer nuevos elementos de prueba o probarse que se trata de una ‘cosa juzgada írrita’ (irregularidades en esta causa)”, contó.
En el mismo sentido se manifestó la diputada del PRO, Laura Alonso, una de las principales promotoras en investigar el patrimonio del gobernador. “Esto es algo aberrante, no hay pericias contables, el fiscal no apela, estamos ante un caso de investigación fraudulenta que demuestra que Scioli es un Kirchner”.
“A este juez y fiscal o los apretaron o les prometieron algo, sólo existen esos dos caminos, fijate que al fiscal (Eduardo) Taiano la SIDE le secuestró a su hijo para que no apele en la causa por el patrimonio Kirchner”, remató la diputada.
Según consignó el diario La Nación, el juez Rafaele quiso tener el expediente siempre en su despacho, bajo el más extremo hermetismo. Nadie sabe cómo resistió la presión de tener en sus manos la causa más sensible para el sciolismo. Pero al menos, después de absolverlo, decidió tomarse licencia.
Perfil.com se comunicó repetidas veces con el despacho del concejal Pacharotti. Nadie respondió los llamados.
(*) De la redacción de Perfil.com. En Twitter: @PatoCaruso.
