Cuatro personas sospechosas de tener participación con la desaparición del albañil Jorge
Julio López serían llamados a declarar por el juez federal Arnaldo Corazza. La
investigación sobre el testigo clave contra el represor
Miguel Etchecolatz podría dar un vuelco importante. Hace 15 meses que López
desapareció y hasta el momento no se sabe nada de su paradero.
La Justicia sospecha que
se trataría de un secuestro que podría haber sido organizado desde el penal de Marcos
Paz, donde en un operativo sorpresa constataron que Echecolatz tenía trato privilegiado y
comunicación telefónica con el exterior. Además, los investigadores detectaron un
sugestivo cruce de llamadas entre la esposa del genocida y Cecilia Pando, conocida
por su apología del terrorismo de Estado. Estas conversaciones se llevaron a cabo en el mismo
momento que López desaparecía, el 18 de septiembre de 2006.
Una de las personas de los que sería llamada a declarar se apellida
Durso y fue c
omisionado municipal de la localidad de Atalaya, cercana a la ciudad de La Plata,
según reveló esta mañana el diario
Río Negro
. Otro sospechoso es el policía retirado
Raúl Oscar Chicano, ex lugarteniente de Etchecolatz quien habría realizado tareas
de espionaje para "marcar" a López. Un
militar con prisión domiciliaria por delitos de lesa humanidad también estaría
involucrado y sería convocado por la Justicia. Este hombre, a su vez estaría nucleado con unas 15
personas que tienen algún nexo con Etchecolatz.
Aparentemente, el 23 de septiembre del año pasado, cinco días después de la desaparición de
López,
los perros rastreadores de la policía bonaerense se detuvieron en un colchón en una
vivienda de Durso, para luego avanzar unos metros sobre un
campo vecino que pertenece a un abogado defensor de represores cercano
ideológicamente a Etchecolatz, quien se encuentra preso en Marcos Paz.
Según consta en el sumario, Durso siempre negó que López, a quien conocía, hubiese estado en
ese lugar.
De acuerdo a la información publicada por el matutino rionegrino, en las últimas horas de
ayer, los investigadores volvieron nuevamente a la vivienda de Durso y comprobaron que el terreno
lindero es de un abogado vinculado con Etchecolatz.
El policía retirado
Raúl Oscar Chicano estuvo presente de incógnito en varias reuniones de organismos de los
derechos humanos e inclusive hay fotos que lo muestran detrás de López, un mes antes de su
desaparición.
En la vivienda de Chicano la Policía secuestró nueve celulares. Todo indica que este sujeto
organizaba encuentros en un inmueble de la calle 57 de La Plata para analizar los juicios por la
verdad y se lanzar consignas contra el orden constitucional.