Las idas y vueltas en torno a la defensa del fiscal federal Carlos Stornelli en el marco del caso D’Alessio –el escándalo en el que se investiga una presunta red de espionaje ilegal y en el que el fiscal está declarado en rebeldía dadas sus constantes ausencias a indagatoria– cerró la semana con un nuevo capítulo. La abogada Raquel Pérez Iglesias es la nueva defensora del fiscal. Los cambios comenzaron hace apenas diez días, luego de que Stornelli anunciara que se presentaría en el juzgado de Dolores, cambiando así su estrategia en el caso. Luego, esta semana, renunció su abogado Roberto Ribas, pero el juez a cargo del expediente, Alejo Ramos Padilla, no aceptó la dimisión. Fue porque Stornelli designó en lugar de Ribas a Juan Martín Cerolini, quien en la causa fue defensor de Carlos Liñani, quien había sido denunciado en Comodoro Py en una presentación en la que Stornelli había buscado ser querellante, por lo que podía existir un conflicto de intereses contrapuestos. Así, tras más de 72 horas, se conoció que la nueva elegida es Pérez Iglesias, quien asumiría como co-defensora en el caso, en el que aún está pendiente la resolución respecto de Cerolini.
Estrategia. Junto con la renuncia de su primera defensa, Stornelli pareció ganar tiempo. Su indagatoria estaba planeada para este último viernes 15, pero pasó para el 29. Sin embargo, parte de las fuentes consultadas sostienen que no es de descartar que el fiscal del caso de los cuadernos de las coimas pueda llegar a presentarse antes. En ese sentido miran lo que sucede al interior de la Procuración General de la Nación, en la que, desde que él quedó alcanzado en el caso, se instruyen dos expedientes internos. Uno que tenía que ver puntualmente con las acusaciones que lo llevaron a quedar imputado en el caso y ser citado a indagatoria por un lado y otro, por sus reiteradas ausencias a las convocatorias de Ramos Padilla, lo que le valieron ser declarado en rebeldía.
Sobre este último punto trabajó un Comité interno de la Procuración y ya habría un dictamen, que según coinciden las fuentes consultadas, sería desfavorable al fiscal. Por eso, presentarse, finalmente, podría convertirse en la llave que levante su rebeldía en el caso y evite lo que desde las últimas semanas comenzó a tomar cada vez más forma y era que el Comité podía encaminarlo a un proceso que lo llevara al jury que podría terminar en una eventual remoción del cargo al que llegó en los noventa.
Primer aviso. El avance de lo que podría suceder en la jefatura de fiscales es también lo que la mayoría coincide en ver como el disparador para que Stornelli haya decidido presentarse a indagatoria. Fue allí donde primero llamó el día en que decidió asistir a Dolores, para comunicarlo. Entonces, aseguró que era porque el caso de los cuadernos de las coimas ya se había elevado a juicio oral y público, por lo que podía presentarse tranquilo. Sin embargo, la realidad indica que eso sucedió el 20 de septiembre, 47 días antes de que él anunciara su voluntad de asistir al juzgado de Ramos Padilla. A nadie le cerró el argumento.
En paralelo, también se miran otros tiempos, no opuestos sino complementarios. Stornelli tiene 59 años, en poco meses más cumplirá 60 y podría acogerse al beneficio de la jubilación como fiscal del despacho del que se hizo cargo en 1993.