POLITICA
Santa Fe

Subsidios estatales y competencia desleal de la ex Mahle

Lejos de fustigar a la empresa alemana por sus violaciones a la ética empresaria, el Gobierno continúa otorgándole dinero público para pagar sueldos.

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El cierre de la planta rosarina de Mahle reavivó los rumores de clausura para la fábrica que los alemanes tienen instalada en Rafaela, ciudad del interior santafesino que se encuentra a 560 kilómetros de Buenos Aires y que tiene por principal negocio la fabricación de autopartes, sumando un total de 36 empresas sólo en este rubro para una localidad que no supera los 100 mil habitantes. Sin embargo, estos rumores fueron acallados por la obtención por parte de la empresa de los REPROs, subsidios que otorga el Gobierno nacional a una compañía para que pague los sueldos a condición de no despedir a sus obreros.

Estos subsidios de 600 pesos por empleados fueron tomados por muchas empresas autopartistas, ya que el sector es una de los más perjudicados por la crisis financiera internacional. Pero por lo visto no son tan necesarios como parece a simple vista, ya que la principal competidora de Malhe, la empresa de capitales rafaelinos Basso SA, rechazó esta ayuda estatal aún cuando la crisis también afectó sus cuentas, ya que el Ingeniero José Luis Basso pertenece a una orgullosa camada de empresarios de esta región que prefire prescindir de la ayuda del Gobierno, si puede evitarlo.

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Pero Malhe no parece tan orgullosa como su competidora, pues no sólo aceptó los REPROs del Gobierno aún cuando la misma compañía protagonizó una huida intempestiva en Rosario, dejando sin sustento a más de quinientas familias, sino que además tiene en su haber al menos dos denuncias de dumping -es decir, de competencia desleal- por parte de dos empresas de vinculadas al autopartismo, que especifican que la empresa alemana importa un suministro clave desde China, aún cuando podría comprarlo en el mercado interno, tal y como lo realizan las empresas denunciantes.

Aún cuando el ministerio de la Producción impuso trabas para el ingreso de las bombas para líquido refrigerante y agua -tal es la autopieza importada de China- lo cierto es que el Gobierno parece mirar para otro lado cuando se trata de ponerle freno a los desmanejos de Mahle en Argentina, contradiciendo su propia retórica en la relación con las empresas de capitales extranjeros, aún cuando la acción de Malhe haya sido catalogada en el Boletín Oficial del 5 de mayo como “un daño importante a la rama de producción nacional”.

Lejos de fustigar a la empresa alemana por sus constantes violaciones a la ética empresaria, el Gobierno continúa otorgándole dinero público para pagar sueldos, cuando en realidad su competencia -de capitales argentinos- no sólo no recibe dinero público, sino que adquiren los suministros en el país, garantizando la reinversión en Argentina y comprometiéndose de forma genuina con el fortalecimiento de la industria nacional.

* Especial para Perfil.com