Jorge Taiana escuchó azorado el reto de la presidenta Cristina Fernández que lo llamó por teléfono para recriminarle, indirectamente, alguna relación con la filtración de la información acerca del rol de Brasil en el monitoreo argentino-uruguayo de la ex pastera Botnia.
El jueves por la noche, en la residencia presidencial de Olivos, Taiana estuvo dialogando con la mandataria y con Néstor Kirchner sobre la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR), por lo que nada anticipaba el abrupto desenlace. No era la primera vez que el ahora ex canciller, cuyo perfil disciplinado y extremadamente fiel al proyecto K lo llevaron a reemplazar al "rebelde" y demasiado "autónomo" Rafael Bielsa, escuchaba alguna reprimenda de la mandataria y, oportunamente, de Néstor Kirchner.
Sin embargo, nada hacía preveer que una frase de la presidenta -que reconstruyó DyN- lo haría romper el silencio a Taiana: "Tenés que ser leal como Boudou", le dijo Fernández de Kirchner. Incluso, hasta lo acusó de "traidor", dicen.
El por entonces ministro de Relaciones Exteriores, que siempre hizo un culto del verticalismo, no dejó pasar la ocasión y, respaldado en muchos años de militancia que en los '70 lo llevaron a ser encarcelado, dijo "basta". Acto seguido le retrucó a Cristina Fernández que le pusiera como ejemplo un ministro proveniente de la Ucede y sin lealtad. Le recordó su larga militancia en el peronismo y le comunicó, tajante, que renunciaba en forma indeclinable. Tras lo cual, le cortó la comunicación.
Luego vendría la carta manuscrita con su renuncia enviada ayer, a las 10 de la mañana al Secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini. Y las explicaciones acerca de las "diferencias" y "falta de apoyo" a su gestión en la Cancillería.
En el Palacio San Martín, los miembros del cuerpo diplomático aducen que, lo que le jugó en contra a Taiana fue el excesivo protagonismo de los últimos días encaminando el conflicto por las trabas a las importaciones con China y dando un paso importante en la recomposición de la relación con Uruguay. Pero ese protagonismo, que siempre fue coartado por el matrimonio presidencial en cualquier funcionario que lo pusiera en práctica porque tildan a aquellos con cierta autonomía de criterio, quedará para el anecdotario.
Lo cierto es que, ya sea a modo de cualidad o de crítica, quien ayer renunció fue uno de los ministros mas fieles que ha tenido la administración kirchnerista.
Fuente: DYN