La presidenta electa, Cristina Fernández, confimó en su cargo al jefe de la Armada, el almirante Jorge Godoy, acusado por ex detenidos desaparecidos de haber participado en la represión ilegal en plena época del terrorismo de Estado,
Asimismo,
todos los marinos de rango durante la dictadura "pasaban aunque sea una vez por un centro
clandestino de detención o al menos una vez torturaban", explicó el integrante de la
Asociación de Ex
Detenidos Desaparecidos,
Enrique "Cachito" Fukman, cuando atestiguó en el juicio al genocida
Héctor Febres.
Furkman, sobreviviente del centro clandestino de detención de la Escuela Superior de Mecánica
de la Armada (ESMA), en diálogo con
perfil.com,
ratificó lo que declaró el 7 de septiembre ante el tribunal que juzga los crímenes
cometidos en el más nefasto de los campos de concentración de la última dictadura.
"En la Armada,
la represión fue totalmente institucional. Toda la oficialidad pasaba, aunque sea una vez,
por un centro clandestino de detención. Cada oficial, de capitán de navío para arriba, al menos una
vez torturaba", explicó Furkman, quien fue secuestrado el 18 de noviembre de 1978 cuando
había ido de visita a la casa de los suegros de Carlos Lordkipanidse, uno de los querellantes en la
causa contra Febres.
El
Almirante Jorge Omar
Godoy nació el 17 de enero de 1946, en la ciudad de Mar del Plata, y egresó de la Escuela Naval
Militar como Guardiamarina en 1968. Durante la dictadura, prestó servicios como Oficial en
distintos buques de la Armada tales como el Destructor A.R.A. Segui (1976/77), la Fragata Libertad
(1978), el Portaaviones 25 de Mayo (1979), el Balizador San Julian (1981), los Destructores Domecq
Garcia (1982) y La Argentina (1982/84). En tierra, estuvo destinado a la Base Naval Mar del Plata
como Teniente de Corbeta, desempeñándose como Secretario del Comandante de la Fuerza de Submarinos.
También estuvo en la Base Naval Puerto Belgrano, en Bahía Blanca en el grado de Teniente de Navío
en el Servicio de Máquinas.
En el juicio a Febres, Fukman fue contundente: “
Estando en la ESMA los oficiales nos decían que en la Armada toda la oficialidad había
pasado por algún ‘chupadero’, por algún campo. En cada base, en cada asentamiento de la
Armada había un Centro Clandestino de Detención, y toda la oficialidad de la Armada, al menos una
vez, pasó por alguno de ellos. Por lo menos una vez torturó o por lo menos alguna vez participó de
un traslado. Todos los oficiales de la Armada en los años 76, 77, 78 y 79 por lo menos participaron
del genocidio que hubo en nuestro país", explicó. El audio de su testimonio fue
reproducido por el programa radial
Pateando el Tablero
que trasmite
Radio Splendid.
"Para ser concreto
habría que preguntarle al Almirante Godoy, el cual estuvo asignado en sus funciones en la
base de Mar del Plata, qué pasó con Cecilia Viñas, que estuvo en la ESMA y después fue llevada a la
base de Mar del Plata. Qué pasó, porque Godoy estuvo en Mar del Plata y estuvo en el Centro
Clandestino de Detención que allí funcionó y hoy es el Comandante en Jefe de la Armada.
Nosotros no queremos saber absolutamente nada con ellos porque ellos tienen que estar en el único
lugar que tienen que estar que es la cárcel como genocidas”, denunció el ex detenido
desaparecido que durante el juicio a Febrés utilizó una remera con la cara de Jorge Julio López, el
testigo desaparecido hace 15 meses luego de atestiguar contra Miguel Etchecolatz..
Respecto a la
autocrítica que hizo Godoy en 2004, el ex detenido desaparecido dijo a
perfil.com que "
todos hacen autocrítica, pero lo concreto es que lo nunca dicen qué es lo que paso con los
desaparecidos".
"Hay que tener en claro que la Armada tiene toda la información. En vez de tantas
autocríticas que digan qué paso con cada compañero", reclamó.
Sobre la política oficial de derechos humanos,
Furkman remarcó la "incongruencia" y el "doble discurso" del kirchnerismo. "Es un
tema de voluntad política esclarecer las cosas. Al ratificar a Godoy, demuestran que les interesan
los juicios simbólicos y que el resto que continúe en impunidad", puntualizó Fukman,
integrante de una de las organizaciones de derechos humanos que mantuvo su independencia del
gobierno.