Apenas 24 horas después de la desafortunada frase sobre Máximo Kirchner, el diputado del PRO Pablo Tonelli admitió que "fue un error" haber calificado al hijo de la Presidenta como un "drogadicto, medio tonto", durante la inauguración de un local partidario en Quilmes.
En una entrevista con el programa "El Club de la tarde", de Radio Mitre, el legislador macrista expresó que "estoy mal con esto que pasó, con estos dichos... Fue un exabruto injustificado de mi parte, absolutamente injustificado".
Tonelli expresó ante los militantes macristas de Quilmes: "Una de las pocas personas con las que habla (la Presidenta) es el hijo, Máximo, que es un drogadicto, medio tonto, que no abre la boca más que para festejar un gol en la Playstation".
El diputado macrista recordó que "no era un ámbito público, sino un ámbito reservado que no se iba a difundir, pero no tengo ninguna excusa. Me parece que fue un error lo que he dicho y por eso me he apresurado ayer a pedir disculpas y seguiré pidiendo disculpas todas las veces que haga falta. No tiene justificativo ni perdón".
"Yo no sé nada Máximo, además de que es el hijo de la Presidenta", admitió y apuntó que "es un muchacho callado, que su madre confía; eso es todo lo que sé de Máximo", reconoció. "Los que me conocen saben que soy medido, que fundamento lo que digo, pero esta es la primera vez que me pasa algo de esta índole", continuó.
Hoy, en diálogo con Ernesto Tenembaum, Tonelli recordó que "ocurrió en una conversación totalmente informal con los integrantes del PRO en un local pequeñísimo, éramos poquísimas personas, se suponía que esto era un conversación entre nosotros. El calor de la conversación, la exaltación del rol opositor me hicieron decir una cosa que es un disparate".
"La verdad no me importa si es o no drogadicto. Sólo me queda arrepentirme y pedir disculpas. Yo soy una persona tolerante y no tengo explicación por lo que dije y por qué perdí la conciencia. Espero que mis disculpas sean aceptadas", pidió.
Respecto al comentario sobre la consola de juegos a la que el hijo presidencial es fanático, Tonelli reconoció que "jugué con mis sobrinos y no pasé del primer nivel".