El gremio de Camioneros, que responde a Pablo Moyano, desplegó esta semana diversas medidas de fuerza en plena negociación paritaria. Las acciones incluyeron al reparto de bebidas, distribución de combustible y la recolección de basura. El impacto más fuerte se logró con el paro en la provisión de combustibles a estaciones de servicio, que ayer motivó colas de autos y surtidores cerrados. Por la tarde se dictó la conciliación obligatoria y comenzó a normalizarse el suministro de nafta. Pero el gremio podría avanzar en otras ramas sensibles: como el transporte de caudales.
La presión del moyanismo había comenzado el miércoles, cuando se activó una protesta contra la empresa Quilmes, por salarios y la subcontratación de conductores no sindicalizados. El Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria, pero según fuentes empresarias continúan realizándose medidas encubiertas, como trabajo a reglamento.
El jueves fue la última reunión entre las dos partes por ese conflicto, Camioneros reclamó los aportes no realizados por cinco años y el fin de una situación irregular que los empresarios adjudican a malas prácticas de contratistas. Ese mismo día hubo una reunión por la paritaria. Pablo Moyano, secretario adjunto de la Federación, reclama un 42% de aumento y promete no moverse de ese número. La última oferta empresaria fue un 28% en tres cuotas. “A diferencia de otras negociaciones, este año estamos atravesando una dura crisis y estamos tratando de preservar las empresas”, explicó a PERFIL Juan Aguilar, de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas. Por su parte, el secretario gremial de Camioneros, Marcelo Aparicio, indicó: “Vamos a seguir defendiendo a los trabajadores en las calles el tiempo que haga falta, el pedido de un 42% se ajusta al nivel de inflación de este año”. Entre el jueves y el viernes, anunciaron que aumentarían la presión con un llamado a trabajar a reglamento en la recolección de residuos.
Ayer Camioneros confirmó que acatarían la conciliación para reanudar la provisión de combustibles en las estaciones de servicio. Pero se analizan medidas en caudales y transporte de alimentos. También se aclaró que en el caso de los residuos se trata de un “trabajo a reglamento”, por lo que no habría oportunidad para una conciliación obligatoria.
El próximo miércoles continuará la negociación salarial en el Ministerio de Trabajo.
El moyanismo, que fue un aliado táctico de Cambiemos en el último tramo electoral, mantiene un creciente enfrentamiento con el Gobierno. En el plano sindical elevó el tono de las críticas a las políticas oficiales. Además, se suman las diferencias por la AFA. En el moyanismo creen que hay una campaña desde el oficialismo para evitar que Hugo Moyano llegue a la presidencia de la entidad.