La protesta convocada para rechazar la posible expropiación de la cerealera Vicentin bajo la consigna de "Banderazo nacional" se convirtió esta tarde en una movilización masiva que abarca varias localidades del interior, el microcentro porteño y hasta los manifestantes se acercaron a la Quinta de Olivos, la residencia donde vive el presidente Alberto Fernández.
Cientos de personas se acercaron a Olivos para que el reclamo le llegue al mandatario que horas antes había calificó de "confundidos" a los que se oponían contra la expropiación de Vicentin y encabezaban este cacerolazo con carteles a favor de la "libertad".
Fernández se encuentra en la Residencia de Olivos luego de que los asesores médicos del presidente le recomendaron al jefe de Estado permanecer "recluido" en Olivos, luego de que la pandemia de coronavirus comenzara en los últimos días a golpear las puertas de la clase política, con una serie de funcionarios y ex funcionarios que contrajeron el virus.
De todas maneras, el punto neurálgico de la manifestación convocada principalmente por productores agropecuarios y sectores de la oposición se encuentra en la localidad santafesina de Avellaneda, donde está la sede de Vicentin.
La caravana de tractores, automóviles y personas a pie con banderas argentinas se registra también en distintos puntos de Córdoba, Chaco, Entre Ríos y Buenos Aires y tiene su réplica en el Obelisco porteño y en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires.
A la consigna inicial en contra de la expropiación de Vicentin anunciada por el Gobierno y puesta en duda en las últimas horas, se sumaron luego otras sobre la "defensa de la propiedad privada" y los "derechos individuales".
La intervención de Vicentin fue anunciada por el Gobierno pero puesta en duda en las últimas horas tras un fallo judicial y gestiones por parte del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que busca un camino intermedio con intervención judicial. El proyecto de intervención anunciado por el presidente Alberto Fernández no fue enviado todavía al Congreso.
ED