La confusa defensa del funcionario en esa ocasión fue que había recibido 70 mil dólares por la venta de una propiedad a un comprador al que nunca pudo identificar. Pero la semana pasada, el operador brasileño Leonardo Meirelles, testigo clave del caso, declaró ante la justicia argentina y volvió a complicarlo. El arrepentido aseguró que le transfirió cerca de US$ 850.000 en, al menos, 10 operaciones bancarias. Sin embargo, esta vez el titular de la AFI decidió no presentarse ante el Congreso para responder preguntas y, en su lugar optó por presentar un escrito.
Para el presidente de la Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, el senador radical Juan Carlos Marino, "no es una falta que no venga. No tiene la obligación. No tiene nada que ver con los servicios de inteligencia. Además yo tampoco tengo poder desde la policía para hacerlo venir. Es decisión de él. Si tuviera que ver con un tema de inteligencia sí sería una obligación que venga", consideró en diálogo con Perfil.
Marino, al igual que el diputado del PRO Darío Lipovetzky, aseguraron a este sitio que "es un tema que tiene que dilucidar en la Justicia y su presencia aquí es voluntaria". Y agregó que "si demuestra su inocencia, va a merecer un aplauso de este presidente de la comisión, y si no la demuestra, seré el primero en pedir su destitución".
No obstante, ambos confirmaron que mañana la comisión "se reunirá igual para analizar el documento que presentó Arribas". Para Lipovetzky, "en el documento debe figurar lo mismo que en el expediente que presentó contra Meirelles por falso testimonio".
Consultado sobre porqué a diferencia del caso del titular de la Aduana Juan José Gómez Centurión el presidente Mauricio Macri no apartó momentáneamente del cargo a Arribas, Lipovetzky argumentó: "El delito por el que se investiga a Arribas no está vinculado a su función, por eso me parece bien que no sea apartado de su cargo. En el caso de Gómez Centurión como si estaba vinculado fue apartado hasta la determinación de la Justicia".
