Un militante de HIJOS, cuyo nombre no trascendió, fue secuestrado y golpeado durante dos horas ayer por la noche. La agrupación, que ya realizó la denuncia ante la Justicia, adjudicó el hecho al gobierno del presidente Néstor Kirchner.
En un comunicado de prensa difundido hoy a la mañana, HIJOS detalló cómo el militante fue secuestrado cerca de su casa, alrededor de las 23.45 de ayer y obligado a subir a un auto Volkwagen Polo de color rojo por cuatro hombres, de entre 45 y 50 años, que portaban armas.
“Nunca se identificaron. Todos respondían a uno de ellos que era el único que hablaba”, relató a perfil.com Julio Talavera, miembros de HIJOS y uno de los compañeros del militante secuestrado.
Durante dos horas, le pegaron, lo insultaron y le tomaron las huellas digitales, mientras le mostraban fotos de miembros de la agrupación para que los reconociera.
Le dijeron que él y sus compañeros debían “dejarse de joder porque los iban a matar”, contó Talavera.
Finalmente, lo soltaron en un descampado cercano a la zona de Liniers y, mientras lo apuntaban con un arma, le dijeron que corriera y no mirara hacia atrás. El militante logró llegar a una remisería y un auto lo trajo de vuelta a su casa, en el barrio de Villa del Parque.
La agrupación responsabilizó al oficialismo y sostuvo que las “desapariciones, secuestros y torturas” son “la política de Estado del gobierno K”. “Ya hicimos la denuncia ante la Justicia y nos comunicamos con la secretaría de Derechos Humanos. Esperamos que nos llamen porque queremos acelerar el trámite judicial”, dijo Talavera.
Según denunció Talavera, el militante secuestrado durante la noche de ayer venía recibiendo amenazas desde hacía un tiempo en su domicilio particular, al igual que otros miembros de la agrupación.
Talavera también fue víctima de amenazas: recibió una llamada extorsiva el día del inicio del juicio al represor Miguel Etchecolatz.