El teniente coronel Emilio Guillermo Nani, actualmente retirado, es investigado en un juicio por delitos de lesa humanidad cometidos cuando estuvo en el grupo de Artillerìa de Defensa 601 de Mar del Plata, decidió pedir asilo diplomático en la Nunciatura Apostólica en la Argentina cuando supo que un juez federal de Mar del Plata estaría por dictar una orden de detención en su contra.
Nani es ex jefe del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101. Un parche negro sobre la cavidad ósea de su ojo derecho delata el estrago del proyectil que lo impactó al intentar retomar la guardia de la guarnición copada durante la Guerra de Malvinas en el combate de la Tablada, el 23 de enero de 1989.
En marzo de 2001, Nani devolvió al entonces presidente Fernando de la Rúa su medalla al valor en repudio a la conmutación de penas a los atacantes; aunque conservó las condecoraciones de herido en Malvinas y del Congreso.
Ayer al mediodía Nani se dirigió a la Nunciatura Apostólica en la Argentina para pedir asilo diplomático por considerarse perseguido político. Sin embargo en la sede diplomática del Vaticano, ubicada en Avenida y Alvear y Montevideo, no le permitieron entrar debido a que se encontraba ausente el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, quien hasta el viernes participa de la asamblea plenaria del Episcopado en Pilar.
El abogado del militar, el doctor Eduardo San Emeterio explicó a La Nación que su cliente no fue atendido por ninguna otra persona de la sede. "Tampoco pudo hablar con otra autoridad de la Nunciatura, por lo que mi defendido entregó una nota en la que detalla su situación de perseguido político".
En la carta de cuatro caras Nani sostuvo que tuvo que pedir asilo "debido a la ausencia casi absoluta, en mi país, de garantías constitucionales y procesales para quienes tuvimos la responsabilidad de participar en la guerra contraterrorista, ordenada por gobiernos democráticos". Según denunció, el juez federal Santiago Inchausti, titular de los juzgados 1 y 3 de Mar del Plata, "habría resuelto ordenar" su captura para procesarlo por delitos de lesa humanidad.
