A contrarreloj, el peronismo de la provincia de Buenos Aires se prepara para definir una alianza para enfrentar a La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas provinciales. Antes de la medianoche de este miércoles, deberán presentar ante la Junta Electoral el frente que competirá en los comicios del domingo 7 de septiembre.
En medio de la falta de acuerdo por la unidad, el PJ bonaerense que conduce Máximo Kirchner, el Movimiento Derecho al Futuro del gobernador Axel Kicillof y el Frente Renovador que encabeza Sergio Massa ultiman detalles para concretar una estrategia electoral que responda a las demandas del electorado del distrito.
La discusión avanzó el martes por la tarde luego del Congreso del PJ bonaerense y la cumbre en La Plata que mantuvieron los tres referentes que encabezan la negociación en la provincia. El encuentro tuvo lugar en la sede de la Gobernación y fue parte de una serie de reuniones iniciadas en marzo con el objetivo de alcanzar un acuerdo electoral de cara a los comicios provinciales.
Mientras continúa la constitución del frente electoral, representantes de cada espacio ultiman detalles de los armados legales necesarios para la presentación de la alianza. Aunque todavía falta un acuerdo que garantice la competencia unificada antes del cierre de listas del 19 de julio, existe un entendimiento tripartito de mantener la tregua para cerrar la alianza y luego negociar el armado electoral.

En las próximas horas, los tres sectores del peronismo deberán definir el nombre de la alianza, su composición, los apoderados y la integración de la junta electoral. Para acercarse a la unidad, los representantes de los tres espacios tendrán que estar distribuidos de manera equitativa.
La tensión entre el kirchnerismo y el kicillofismo tuvo su punto máximo con la disputa por el calendario electoral de la provincia. El sector cercano a Cristina Kirchner todavía considera que el desdoblamiento de los comicios provinciales respecto de los nacionales, impulsado por el gobernador, es un error que podría beneficiar al oficialismo nacional.

Dentro de este escenario repleto de cortocircuitos, también entra en juego la condena contra Cristina Kirchner por la causa Vialidad. La prisión domiciliaria y la inhabilitación para ejercer cargos públicos de la exmandataria volvieron a posicionar su figura en el centro de la escena, en plena campaña por las legislativas provinciales.
La confirmación de la condena contra la titular del PJ nacional empoderó a la dupla Máximo Kirchner–Sergio Massa frente a Kicillof, quien este año lanzó su propia fuerza política y comenzaba a posicionarse como referente opositor dentro del peronismo.
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En este panorama crece la desconfianza. Desde el MDF ya adelantaron la posibilidad de tener un frente alternativo preparado para llegar al 19 de julio con una lista habilitada para competir, en caso de que La Cámpora o el Frente Renovador decidan romper los acuerdos en los próximos diez días.
Para evitar que crezca el escepticismo respecto de las negociaciones, desde el kicillofismo exigen que las definiciones del acuerdo queden por escrito, para evitar distintas interpretaciones que permitan a algún sector desentenderse.
Además, las sospechas de posibles traiciones de último momento llevarán al peronismo bonaerense a implementar “apoderados cruzados” entre los distintos espacios, con el objetivo de garantizar controles internos y evitar maniobras en la presentación de listas.
Aunque aún restan definiciones, uno de los consensos básicos alcanzados por el peronismo bonaerense tiene que ver con las listas, que serán encabezadas por los candidatos más competitivos. En los municipios donde gobierna el partido, los intendentes definirán las listas locales, mientras que en aquellos distritos en manos de la oposición se buscará construir listas de unidad que eviten la división del voto peronista.
TV/ff