La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, está convencida: cree que puede apoyarse en el rector de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Gelpi, para comenzar a destrabar el conflicto que mantiene el Gobierno con las 55 universidades públicas.
Tras la masiva marcha para pedir mayor presupuesto, llevada a cabo hace diez días, al secretario de Educación, Carlos Torrendell, se le ocurrió que una manera de intentar romper con el acuerdo que mantienen los rectores agrupados en el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) era intentar aislar a Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA y hombre fuerte del sector hace casi dos décadas, para entablar una negociación sin su figura de por medio.
Según pudo reconstruir PERFIL, en Educación visualizan al exdiputado por la UCR como el responsable, junto a su amigo y socio, el senador nacional y titular de la UCR, Martín Lousteau, y el “agitador” de las movilizaciones y las críticas más duras desplegadas en medios de comunicación.
En este marco, Torrendell armó, el lunes pasado, una cumbre para que Pettovello y Gelpi se saquen una foto y dialoguen de manera muy animada por una hora aproximadamente. La ministra de Capital Humano, quien viene sufriendo deserciones y bajas significativas y constantes en su megaministerio, salió entusiasmada: el rector de la UBA, quien viene de ser decano de la Facultad de Medicina, deslizó que estaba dispuesto a tener una línea directa con el Gobierno sin pasar por Yacobitti. En el oficialismo le creyeron.
Quienes conocen a “Yaco” aseguran que es imposible: fue el propio radical quien eligió a Gelpi, y el poder que mantiene sobre el consejo directivo de la UBA no permite pensar en atajos que no pasen por su figura. Desde sus años de estudiante construyó un poder propio, con Franja Morada como nave insignia, que fue creciendo y que luego llegó, primero a la UCR porteña (de la cual fue presidente) y hoy a la nacional. Su influencia también alcanzó a la Justicia federal y de la Ciudad, además de la Legislatura porteña y otros ámbitos del poder empresarial.
Tanto Lousteau como Yacobitti son un blanco perfecto para el presidente Javier Milei, quien viene criticando muy duramente a ambos y retuiteando en X frases y conceptos más duros aún sobre ambos. En especial, luego de que el exministro de Economía y excandidato a jefe de Gobierno porteño decidiera votar en contra del DNU en el Senado.
De todos modos, Torrendell, quien estudió en la Universidad Católica Argentina, pero sin un paso por el sistema público universitario, está entusiasmado con cerrar un acuerdo en estas semanas que, con la UBA como bandera, pueda encolumnar al CIN.
Entre otras cuestiones, sigue pensando que la ministra podría conseguir que su par de Economía, Luis Caputo, le otorgue más fondos para gastos de funcionamiento e incluso algún tipo de adicional para los docentes universitarios, principal foco de conflicto. No es novedad en el Palacio Pizzurno que Torrendell rezongó contra el Presidente por la desaparición del Fonid, el Fondo de Incentivo Docente, y pretende que vuelva a instrumentarse. De todas formas, la segunda reunión que Pettovello mantuvo con los rectores ya no estuvo tan sonriente como con Gelpi.
