Para algunos renunció y para otros la presidenta Cristina Kirchner le pidió que se vaya. Lo cierto es que la ida del senador cordobés Roberto Urquía de la comisión de Presupuesto y Hacienda de esa Cámara (también se fue de la de Agricultura y Ganadería) hizo que cuando el proyecto –que alguna vez aprobarán los diputados– llegue a esa comisión, para obtener dictamen, los números oficiales sean otros: antes de la renuncia del empresario, dueño de Aceitera General Deheza (AGD) –una de las mayores empresas exportadoras de alimentos de la Argentina– era un secreto a voces que los votos allí estaban 7 a 8 a favor del No. Hoy, después de su renuncia, y con la incorporación a esa comisión del kirchnerista Nicolás Fernández los números están 8 a 7 a favor del Sí.
Detrás del paso al costado de Urquía se tejen algunas historias: una se refiere a la denuncia que presentó Mario Cafiero, y que recayó en el juzgado federal de Claudio Bonadío. Allí Cafiero escribió que varias exportadoras, sabiendo que el Gobierno subiría las retenciones, inscribieron –a fecha de noviembre pasado– una serie de exportaciones a futuro con la retención de entonces: 27,5%. Eso habría beneficiado a AGD en $ 95.667.962. Y según la denuncia, ese dinero debería haber ido al Tesoro Nacional.
Por otro lado, se dice en los pasillos del Senado que “ Urquía se fue porque obtuvo el compromiso de que no se tocarán a las grandes exportadoras”, según confió a PERFIL una fuente calificada de esa Cámara.
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