Nadie atiende el timbre ni la puerta. El teléfono suena en vano. El departamento 19 del piso 5 de Vicente López 2217, que figura a nombre del juez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni, ya no funciona como prostíbulo.
Perfil.com pudo comprobar que el teléfono del "privado" ya no está , donde antes se promocionaban "caramelitos y masajes las 24 horas". Tampoco se atiende el portero eléctrico.
Según contaron los vecinos del edificio, cerca de la medianoche llegó un camión de mudanza que se llevó las pocas pertenencias que había en el monoambiente. "No tenían mucho, cargaron un televisor y un par de cosas más", narró uno de ellos, que pidió mantener el anonimato.
Nada se sabe de las tres chicas que trabajaban en el departamento, promocionadas además por un sitio online de escorts. Tampoco hay señales de un guardaespaldas que, según los vecinos, se encargaba de la "seguridad" del negocio.
Perfil.com intentó comunicarse en numerosas ocasiones con el ministro de la Corte Suprema. El juez del máximo tribunal dialogó con el periodista Víctor Hugo Morales en Radio Continental y explicó "yo no firmo los contratos ni conozco a mis inquilinos". Sin embargo, se negó a responder a los reiterados pedidos de nuestro medio. Paradójicamente, las repercusiones del escándalo fueron, en alguna medida, beneficiosas para el juez. "Agradezco el escándalo porque me ahorrará un desalojo", opinó.
(*) De la redacción de Perfil.com.