Enero volvió a dejar saldo positivo en la balanza comercial, con caída tanto de exportaciones como de importaciones, aunque los economistas marcan que podría haber una señal de recuperación de la actividad en la medición sin estacionalidad de las compras al exterior.
Según la consultora Abeceb –fundada por el entonces ministro de Producción del gobierno de Mauricio Macri, Dante Sica–, los números de enero publicados por el Indec marcan un “comportamiento diferencial de las exportaciones e importaciones sin estacionalidad: las primeras mostraron deterioro del 6,6% con respecto a diciembre, mientras que las importaciones crecieron 9,3% mensual, lo que podría dar un potencial indicio de recuperación en la actividad económica”.
En líneas generales, el superávit comercial fue de US$ 1.015 millones, lo que suma 17 meses de resultado positivo en la balanza.
Las exportaciones cayeron 0,8% interanual a US$ 4.549 millones, por la baja de los precios de los productos exportables (-2,2%), que más que compensaron la expansión en las cantidades (+1,5%). Es la primera caída interanual tras nueves meses consecutivos de expansiones. Pese a la señal de recuperación en la medición sin estacionalidad, las importaciones totalizaron US$ 3.534 millones, lo que equivale a una caída de 16,1%. El resultado se debe a una baja en las cantidades importadas (-9,7%) y en sus precios (-7,1%). Acumulan dieciocho meses consecutivos de descensos interanuales, de acuerdo con el análisis de Abeceb.
Coronavirus. La tasa de crecimiento de las exportaciones de carne se desaceleró, de crecer al 70% en diciembre al 29% en enero. “El impacto del coronavirus sumado a las medidas adoptadas por las autoridades chinas para impulsar una baja del precio de importación de las carnes son los factores que explican la caída de las ventas externas de nuestras carnes con respecto a diciembre”, marca Abeceb.
Para este año prevén un saldo comercial cercano a US$ 15 mil millones.
Deuda. Por otra parte, el Indec difundió el dato de caída de la actividad de 2019: fue 2,1% en todo el año. “Durante la gestión Cambiemos el PBI acumuló un retroceso de 4%”, analizó la consultora LCG. Para este año se espera una caída del 2% anual, según los informes privados.
Pese a que en diciembre el Estimador de Actividad Económica (EMAE) que publica el Indec marcó una mejora del 0,2%, el cuarto trimestre del año cerró con una caída de 0,8% interanual.
La recesión acumuló 23 meses. La actividad acumula una caída de 3% anual desde 2011. “Con este pobre desempeño, difícilmente cualquier nivel de deuda pueda volverse sostenible en el tiempo, independientemente de la tasa de refinanciamiento (mucho menos en un escenario de desequilibrio fiscal)”, remarcaron los economistas en función de la negociación con el FMI y los acreedores privados.
Enero anticipa una recuperación “muy menor”, según LCG. Si se llega a una reestructuración de deuda exitosa, se puede esperar “cierta recuperación entrado el año”, aunque los economistas dudan que se llegue a revertir la caída de la actividad.