A menos de un mes de las PASO, María Eugenia Vidal ya diagrama los próximos pasos de su campaña con un discurso más duro y sumando críticas al oficialismo. El escenario que se le brindó a la precandidata a diputada nacional no podía ser mejor: la foto de la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yañez en plena cuarentena estricta.
El viernes, en Uspallata, pasó largas horas con Fernando Straface, el jefe de la campaña porteña, junto a un grupo de colaboradores de Horacio Rodríguez Larreta, hablando de los futuros ejes de las actividades proselitistas. Será la segunda etapa de la estrategia electoral.
Ya el jueves había ensayado un discurso mucho más crítico contra el kirchnerismo con la difusión de la foto en el canal LN+. “Está yendo de menos a más”, confiesan cerca de Vidal. Esto supone el giro hacia el electorado más duro. Un dato: Patricia Bullrich fue, junto a Larreta, uno de los personajes con mayor cantidad de actividades de campaña con la precandidata de Juntos por el Cambio.
A ella se sumará Mauricio Macri, quien, tras haber agotado su semana de aislamiento por haber regresado de Europa, ya se comprometió a acompañar a su ex vicejefa de Gobierno.
Otro actor clave es el senador radical Martín Lousteau, quien ayer estuvo con Vidal recorriendo mesas de campaña en las esquinas de la Ciudad. Va a haber más fotos juntos.
Resta definir si tanto Macri como Lousteau se sumarán a caminatas, encuentros con vecinos, entrevistas periodísticas o spots. Quizás haya un poco de cada uno.
“Empezamos a ver cada vez más puntos de encuentro con el electorado duro que no la vio el año pasado y ahora comienza a sentirse representado por ella”, explica una fuente larretista.
Para ello colabora el segundo precandidato de la boleta, el radical Martín Tetaz, a quien la propia Bullrich define entre sus colaboradores como un “halcón más”. También se suponía que Fernando Iglesias, cuarto en la lista, podía ayudar con ese perfil, pero la polémica por sus tuits lo marginó momentáneamente de ese rol.
De todas maneras, las voces de “halcones” en la boleta aún no se reflejan en muchos ambientes. Por caso, en Twitter las menciones negativas a Vidal fueron casi siete de cada diez desde que fue elegida candidata. Straface no logra terminar de ordenar el tema. Es el terreno fértil para el “ala dura”.
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En el vidalismo recuerdan el paso de la precandidata por el Ministerio de Desarrollo Social y luego por la Vicejefatura de Gobierno, donde era una de las voceras de las “malas noticias”: inundaciones, el caos por la toma del Parque Indoamericano, el traspaso compulsivo de los subtes a la Ciudad y los conflictos con el gobierno de Cristina Kirchner le permitieron crecer en las crisis. Hoy esa imagen no está presente en el electorado joven. “Estamos analizando incorporar las principales batallas que dio Vidal durante su gestión en la Ciudad para mostrarle a esa juventud que ya los había defendido”, explica la misma fuente larretista.
Con todo, ayer Vidal mostró los primeros trazos del endurecimiento de su discurso. Con un tono más enfático de lo que venía mostrando, opinó sobre el Olivosgate: “A mí no me alcanzaron las explicaciones del Presidente, tampoco a las más de 108 mil familias que no pudieron despedir a sus familiares víctimas del covid. El Presidente debe pedir una disculpa sincera y presentarse voluntariamente a la Justicia por violar la norma que él mismo dictó”. Por Radio Mitre, tildó de “machistas” las explicaciones que dio. “No agota mi capacidad de sorpresa que tenga como única justificación culpar a su mujer, el machismo de culpar a la mujer es muy lamentable”.
Los nuevos spots de Vidal aseveran esta máxima: el mensaje ya apunta al futuro pero también a una fuerte diferenciación con el kirchnerismo. Acaso una de las claves que pueda darle una victoria holgada en las PASO contra Ricardo López Murphy y Adolfo Rubinstein.
